Un jubilado fue asesinado a golpes en la cabeza, al ser víctima de un robo en su domicilio del partido de Moreno y su cuerpo sin vida fue hallado por su hijo, quien al visitarlo lo encontró ya muerto, con el interior de su casa toda revuelta y tras llamar a la Policía, se constató el faltante de una suma de dinero de los haberes que había cobrado, electrodomésticos y otras pertenencias. Si bien la principal sospecha a alguien conocido o de su entorno, ya que no se constataron puertas, ni ventanas forzadas, aún no se identificó a los posibles autores del hecho, que podrían ser vecinos del lugar.
La víctima fue identificada como Luis Agustín Miño, de 66 años, quien residía en la calle Intendente Corvalán al 6900, casi esquina Potosí, del barrio Lomas de Mariló de Moreno y luego de algunas horas de perderse el contacto con él, uno de sus hijos se dirigió a la vivienda de su padre y al ingresar, lo halló tirado en el piso del dormitorio, con signos de haber sido agredido con un objeto contundente.
"El cadáver presentaba golpes en la cabeza y el pecho, que le ocasionaron la muerte", indicaron los investigadores del caso, quienes, en base a las pericias preliminares que arrojó la autopsia, agregaron que "Miño fue asesinado tras un forcejeo con él o los asaltantes, quienes se llevaron la plata y algunas cosas de valor, para luego escapar sin dejar demasiados rastros".
Según trascendió, el sexagenario además de cobrar la jubilación, era dueño de algunas propiedades en esta zona de Moreno por lo que percibía alquileres. En consecuencia, no se descarta que los asaltantes y homicidas contaran con el dato sobre la existencia de una importante suma de dinero guardada en la casa y frente a la resistencia de la víctima, no dudaron en atacarlo a golpes con palos, trompadas y patadas.
La violenta muerte de Luis Miño fue descubierta en el mediodía del domingo y efectivos de la comisaría 2da. de Moreno que concurrieron al lugar, estimaron que el crimen habría sido cometido en horas de la madrugada, aunque se carece de testigos que puedan aportar datos sobre quien o quienes fueron los asesinos. "La víctima vive al lado de un templo evangelista, donde hubo gente el sábado a la noche hasta tarde, pero nadie notó nada raro. Tampoco los vecinos", se explicó.
La investigación se encuentra a cargo de la fiscal Gabriela Urrutia, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nro. 8 de Moreno-General Rodríguez, quien caratuló la causa como "homicidio criminis causa".