La impunidad de un grupo de patovicas tuvo lugar en una discoteca, en esta ocasión, en la localidad bonaerense de Ituzaingó, donde atacaron salvajemente a un joven, sin motivo alguno. La víctima sufrió graves heridas, debido a las cuales fue sometido a una reciente intervención quirúrgica.
En el marco del festejo del cumpleaños de su hermana, Gonzalo Sánchez y sus familiares y amigos decidieron continuar la jornada festiva en un boliche del mencionado distrito bonaerense, situado en el cruce de Fleming y Acceso Oeste. En un momento de la noche, Gonzalo se separó momentáneamente de su círculo familiar y en ese instante fue cercado por los encargados de seguridad del recinto.
Los custodios le indicaron la salida de la discoteca, bajo la acusación de haber protagonizado una pelea con otro joven, de nombre Cristian. Pero Sánchez negó haber participado de alguna gresca, aunque su argumento no fue suficiente para quienes lo obligaron a salir a la calle. Sin embargo, por si fuera poco, le exigieron que los acompañara hasta un terreno baldío lindero.
Allí, Gonzalo recibió un golpe por parte de uno de los seis patovicas que lo rodeaban y que posteriormente participaron de la brutal golpiza a la cual fue sometido. El ataque continuó, incluso cuando la víctima se encontraba en estado semiconsciente. No obstante, salvó su vida de milagro gracias a la aparición de su sobrino, Franco, quien vio cómo echaban a su tío de la discoteca, y entonces se retiró del lugar.
Al advertir la agresión, intentó calmar al personal de seguridad, pero también fue blanco de la ira de los violentos. Finalmente pudo rescatar a su tío, quien fue trasladado a un centro de salud cercano, donde confirmaron que Gonzalo presentaba una fractura de tabique nasal y del maxilar superior, por lo que tuvo que ser operado.
Impotencia pura
Aunque su estado de salud mejore lentamente, lo que todavía no dejó atrás es el tormento propio del infierno que vivió en las inmediaciones del local nocturno y la impotencia desencadenada por saber que hasta el momento ninguno de los custodios ha sido identificado ni apresado y continúan desempeñando sus funciones laborales habituales.En este sentido, su hermana Valeria reconoció a Crónica que Sánchez "está muy angustiado, decepcionado también porque fue siempre a ese boliche y nunca había vivido algo así, ni jamás se involucró en hechos violentos". A su vez, la mujer reveló: "Pasé el último fin de semana y sigue abierto. La misma policía nos dijo que uno de los patovicas tiene varias denuncias pero nadie hizo nada". En consecuencia, el hombre iniciará acciones legales contra la discoteca.
Crónica