Villa Fiorito, La Paternal, Barcelona, Nápoles, Sevilla, la mítica esquina de Segurola y La Habana, el barrio El Trébol en Ezeiza, y mucho más, hasta esa maldita casa de Benavídez donde dio su último suspiro... La vida de Diego Maradona podría contarse a partir de cada rincón del mundo donde le tocó vivir.
Y en Dubái, el exfutbolista protagonizó un capítulo más que importante en su historia profesional y personal, en el que se reinventó como DT tras su polémica salida de la Selección Argentina, y se acercó a Diego Junior y Jana Maradona, dos de sus hijos, con los que hasta ese entonces no tenía contacto.
Fue allí que compartió gran parte de sus días junto a Rocío Oliva, de los buenos y de los conflictivos, con videos y denuncias de por medio. Y la etapa que marcó la llegada de Matías Morla, una figura polémica a la que también se le destaca haber salvado de la bancarrota al ex astro del fútbol.
A dos meses de la muerte de Maradona, la mansión donde se alojó Diego apareció en un portal de propiedades de lujo, ofrecida en alquiler. Se trata de la fastuosa residencia Frond 0-37, ubicada dentro del complejo Palm Jumeirah, unas islas artificiales conocidas por estas dispuestas en forma de palmera y consideradas "la octava maravilla del mundo" ya que pueden ser apreciadas desde el espacio.
Una imagen de las islas Palm Jumeirah, en Dubái, tomadas desde el espacio. Foto: AP Photo/NASA.
En su paso por Medio Oriente, Maradona dirigió al Al-Wasl primero, y tiempo después al Al Fujairah, además de ser designado embajador deportivo de los Emiratos Árabes Unidos. De la mano de Morla, reinventó su carrera, sus contratos millonarios por todo el mundo y su estructura financiera.
Allí se instaló Diego, lejos de la Argentina y en una cultura completamente diferente a la de cualquier país donde le tocó vivir. Rodeado de amor y admiración, como siempre, pero con la posibilidad, por ejemplo, de parar en cualquier lado a comerse una hamburguesa y que nadie lo moleste.
Diego Maradona, feliz en un local de comidas rápidas en Dubái.
"Disfrute de esta villa de lujo en The Palm Jumeirah con vistas espectaculares y una playa privada", anuncia la publicación en World Wide Lux, una inmobiliaria virtual con opciones de categoría en destinos top como Mónaco, Bali, Santorini o las Maldivas, entre otros.
"Seis habitaciones grandes, terrazas amuebladas y varias salas de estar", describe WWL al suntuoso lugar, los mismos ambientes en los que Maradona se paseaba feliz años atrás mostrando orgulloso cada uno de sus tesoros, como una carta firmada por Cristina Kirchner, una foto junto a Fidel Castro y Hugo Chávez, un cuadro del Che Guevara o un muñeco réplica de Tony Montana.
La casa posee un total de 6 dormitorios, hasta 12 camas y 7 baños (uno de ellos ubicado al aire libre), además de dos salas de estar con televisores gigantes, sillones, todo tipo de electrodomésticos y decoración de categoría.
Diego Maradona junto a la piscina de su casa en Dubái.
"El piso inferior de dos niveles ofrece un gran flujo de la casa, con un área de comedor amueblada con una mesa para sentarse cómodamente ocho personas, isla de buffet, impresionantes obras de arte en las paredes y grandes ventanales", menciona el aviso.
Pero el plato fuerte que ofrece la mansión es su salida al mar, con la posibilidad de tener una playa privada, la misma que Diego disfrutaba feliz y mostraba en sus redes sociales.
El complejo cuenta con un shopping interno y todo tipo de negocios como supermercados, restaurantes, parques acuáticos, salones de belleza y, según resalta el aviso, un servicio de sastrería.
Diego Maradona en su playa privada de Dubái.
¿Y el precio? Pasar la noche en esta espectacular residencia cuesta "a partir de" 1,566 euros (unos 300 mil pesos), cifra a la que hay que agregarle impuestos locales al turismo, IVA y posibles tarifas especiales en temporada alta.
Eso sí, ninguna referencia al paso de Maradona bajo sus techos, un dato que puede pasar desapercibido para algún millonario desprevenido que esté planeando sus vacaciones por Dubái pero que quedó en el registro de cualquier maradoniano de ley.