Barra y un ex narco ganan votos en el Conurbano

 

El domingo 23 de mayo, llovía a cántaros. En el Obelisco, la gente se agolpaba para ser parte del Bicentenario y todas las miradas se posaban en la inusual concentración social. A varios kilómetros de una ciudad encendida por los festejos patrios, en el Conurbano, más precisamente en un rincón de San Martín, el ex capo narco Miguel Ángel Villalba, alias “Mameluco” se calzaba el traje de “candidato” a intendente.

Al principio, cuando lo confesó tímidamente, pisando el fin de año, Mameluco parecía bromear al respecto, pero su lanzamiento oficial en un club de barrio confirmó seriamente sus intenciones.

La cita fue a las 17 horas, en el Club Deportivo San Andrés.  Pese a la tormenta, dos mil personas llegaron al lugar. En el acto, Villalba volvió a apelar a la conexión que tiene con “la gente” y a su condición de arrepentido. Claro que su discurso no está dirigido a la “creme” del distrito, sino a los sectores más humildes.Es indudable que conoce de carencias, delincuencia y problemas de drogas: él mismo es "hijo" de uno de los barrios más marginales de San Martín.

"Mameluco", sin poner un peso (según dice), consiguió lo que muchos políticos añoran: entrevistas exclusivas con los principales medios argentinos, ya sean radiales, gráficos o televisivos. No es para menos: no todos los días quien supo ser el terror de las villas se presenta como su salvador. “El narco que quiere ser intendente”, un titular tentador.

 

 

 

El Gallo también

El último domingo de mayo, los hinchas de Morón asistieron masivamente a las instalaciones del club para votar al nuevo presidente. No son muchos, apenas unos 1121, pero el número significó una cifra récord para el Gallo. Y el resultado de las urnas no dejó lugar a dudas sobre los deseos de los hinchas: al frente de la agrupación 30 de de Noviembre, Jorge Ruiz, un personaje con fama de ex barra brava, ganó con el 46% de los votos.

Jorge Ruíz es de orígenes humildes. Cuando seguía a Deportivo Morón desde las tribunas era un sencillo vendedor ambulante. Su pasión creció tanto por el club que se convirtió en referente de la hinchada. “Barra brava no, tribunero”, suaviza Luis Gambino, periodista local y reconocido seguidor del Gallo. Compañero de emociones de Ruíz, Gambino aclara: “Nosotros no éramos como los de ahora, que aprietan a los jugadores y a los dirigentes por plata. Nosotros queríamos que el equipo gane por sentimiento y él nunca fue un tipo violento”.

Sin embargo, se lo recuerda como integrante de la barra y se presume que el puesto en la conocida feria moronense ubicada al costado de las vías -en Uruguay y Sarmiento- habría sido fruto de los contactos sembrados en la Popular, influencia que se evidenció cuando, en 1994, dio el gran paso se metió de lleno en la dirigencia del club.

Para defender la honestidad del nuevo presidente de Morón, Gambino cuenta una anécdota: “Cuando debió hacerse cargo de la institución por decisión de la Asamblea (desde 1997 a 2000), el club le quedó debiendo 8 mil dólares. Un día le tocan la puerta y le dan un cheque por esa suma. Él lo agarró y lo rompió porque esa plata le había servido a Morón y a él eso le bastaba”.

“¿Alguien habla del pasado de Gámez?”, protesta el periodista. Raúl Gámez, ex barra brava alcanzó la presidencia de Veléz Sarsfield y, de hecho, llevó a cabo una gestión exitosa. A Gámez lo conocían como “Pistola”, a Ruíz como “Zurdo”.  Al igual que Ruiz, el del Fortín se atajó en su momento: “Yo no era de la barra, era de la hinchada”.

Y, aunque lo niegue, con la historia de Ruiz vuelve la tentación por el titular: “De barra brava a presidente de Morón”. Tampoco es casual que el hombre que proviene de la tribuna le haya ganado la pulseada a dos pesos pesados: desbancó al último presidente del club, Alberto Meyer, que se mantuvo en el cargo por cuatro períodos consecutivos y aniquiló las ilusiones de Hugo Toschi, personaje cercano a Julio Grondona.

¿Cómo pudo el ex vendedor ambulante vencer a los poderos? “La gente le cree”, resume Gambino. “Ruiz estuvo en la Tribuna y los hinchas le tienen cariño”, un sentimiento que fue claramente manifestado en las elecciones.

Mameluco vivió gran parte de su vida al margen de la ley. Ruiz habría sido parte de lo que hoy es la faceta más reprochable del fútbol. Ambos se sirvieron del pasado para construir el presente: narco y barra populares, ¿pueden convertirse en político y dirigente respetados?

 

1 de junio de 2010