Con esta medida, Casación hizo lugar al pedido del fiscal Marcelo Varone Quintián, quien había apelado la condena de 4 años y 8 meses de prisión que el 2 de mayo de 2006 el Tribunal Oral Nº 6 de Morón le aplicó a Aldao, al hallarlo culpable de los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas.
Los jueces de Casación coincidieron con el fiscal en que se trató de un homicidio simple, con lo cual elevaron la pena de Aldao a 11 años de cárcel y lo enviaron nuevamente a la cárcel, donde deberá cumplir dos tercios de la pena –se le computan también los años que ya estuvo preso- para reclamar su libertad.
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El caso ocurrió en la madrugada del 25 de diciembre de 2004, cuando Domínguez y Becerra, ambas de 21 años, regresaban del boliche Bloody Sound, de Ramos Mejía. Cuando cruzaban la avenida Gaona, a metros de Showcenter, fueron atropelladas por un Fiat Uno que Aldao conducía a más de 120 kilómetros por hora, aparentemente porque estaba corriendo una picada con otro auto.
Domínguez murió en el acto, mientras que Becerra sufrió gravísimas heridas de las que aún tiene graves secuelas. Desde entonces fue sometida a 21 intervenciones quirúrgicas y perdió la vista del ojo izquierdo, que finalmente se lo tendrán que extraer.
En lugar de auxiliarlas, Aldao, quien actualmente tiene 32 años, escapó del lugar, pero al día siguiente fue detenido cuando los bomberos encontraron su auto que se incendiaba en un garage de Villa Tesei.
Desde entonces permaneció preso hasta febrero de 2008, cuando cumplió con la condena que la había impuesto el Tribunal Oral Nº 6 y recuperó la libertad. Pero desde hace unos días está otra vez en la cárcel. Al menos hasta 2013 tendrá que vivir ahí.