La zona Oeste tuvo en estos últimos años una lavada de cara, pero las ofertas gastronómicas se mantuvieron entre los restaurantes clásicos, bodegones y cantinas de recomendable comida casera, o las tradicionales pizzerías. Moom Plaza vino a romper el esquema de este costado del Conurbano.
Emplazado en la extensa Av. Rivadavia al 17.581, Morón, sorprende a primera vista por la magnitud. Una esquina completa, de fachada vidriada, de líneas rectas que delatan su reciente inauguración por la combinación minimalista de piedras, iluminación y plantas. La percepción se confirma una vez dentro del salón.
“Abrió hace poco más de un mes”, cuenta el Sr. Cai uno de los dueños. La propuesta es simple, conocida y atractiva, pero la calidad de la comida es lo que le da el toque de distinción. “Es tenedor libre con muchísimas variedades de comidas. Además hay menús especiales”, explica.
El salón es un paseo, “tiene capacidad para 550 personas”, y con la vista se comprueba el argumento: entradas frías, pastas caseras, asador, sushi, especialidades al wok, mariscos, pizzas al horno de barro y una variedad de postres que enseguida despierta el apetito.
Dicen que los detalles hacen la diferencia y en Moom están sumamente cuidados. Al contrario de la mayoría de los tenedores libres, en que la cantidad de comida parece arrebatar al comensal, aquí los tipos de plato tienen su propio espacio de elaboración, expuestos en la medida justa y preparados en función que la tentación lo pide.
|
Tal libertad para moverse, elegir y degustar tranquilo, fue una de las prioridades de sus dueños al construir Moom. “Queríamos que la gente viniera a comer y se sintiera cómoda, tuviera lugar, es todo muy espacioso”, cuenta Cai.
La luminosidad diurna y el ambiente creado de noche con toques de color , resaltan la pulcritud del salón. Mármoles, maderas lustradas y alumino muestran su brillo. Líneas simples, que combinan modernidad con puestas clásicas de manteles blancos, acompañadas por los uniformes de la legión de cocineros y mozos que custodian el placer de los comensales.
“Hay un buen ambiente, una buena calidad de comida, de servicio e higiene que es lo más importante. El lugar es precioso, a la gente le encantó, viene y dice que podría estar en Puerto Madero”, expresa orgulloso Cai.
Pero junto a sus seis socios, Cai eligió Morón como sede, continuando su trayectoria y apuesta al Conurbano bonaerense, ya que tienen dos restaurantes más, uno en San Martín y otro en San Miguel, hace más de 10 años.
“Siempre tuvimos restaurantes en zona Norte y veíamos que en la zona Oeste faltaba un restaurante lindo, de calidad, y hay muy buen público de Haedo, Ituzaingó, Castelar, Hurlingham y Morón, que de este centro están a menos de media hora, con lo que cubrimos muchas zonas. La gente de acá necesitaba un lugar así, grande, lindo, cerca y a buen precio”, explica Cai.
El dueño asegura que además llegan visitantes “desde Capital, Luján y Ezeiza” y, a pesar de la capacidad, el salón se cubre completamente: “Los fines de semana siempre está lleno”. La reciente fama y crecimiento de Moom fue ganada en tan corto tiempo gracias al boca en boca, que “para mi es la mejor forma de probarlo”, dice Cai.
|
A pesar de la experiencia en el rubro aparecieron algunos temores: “Quizás de que lo vieran y pensaran que sería muy caro, pero el precio está justo y también muchos me dicen que no les importa pagar 5 o 10 pesos más porque quieren comer bien”.
El universo de delicias de Moom se puede disfrutar por 47 pesos, de lunes a viernes y 53 pesos sábados y domingos. La bebida no está incluida, aunque “este mes hay una promoción al mediodía de agua y gaseosa libre. También hacemos promociones para los cumpleaños, se regala la cena al festejante y un brindis”.
El espacio para eventos, un regalo para el público
En este nuevo emprendimiento proyectaron un salón privado para eventos. En un momento en que los alquileres se llevan gran parte del presupuesto de una fiesta en Moom lo ofrecen sin costo: “No cobramos salón de alquiler, lo cual es mucha menos plata. Cobramos solo el servicio de la comida y mantelería. Por ejemplo el mes que viene tenemos 3 casamientos y 2 cumpleaños”.
Si es cierto que en la variedad está el gusto y que el buen gusto no ostenta, Moom Plaza cumple ambas condiciones, con el broche de la atención y calidez de sus dueños, cocineros y mozos.