La crónica, según dice el informante, comenzó a eso de las 9.30 de la mañana cuando un misterioso llamado, “que entra por el conmutador”, despertó la alarma. Así, la amenaza de bomba puso su mira, otra vez, en Ituzaingó. A las 10 horas llegó la policía de la comisaría 1era del distrito, quien no quiso prestar declaraciones a este medio, y comenzó con el desalojo del edificio.
“Estuvimos aproximadamente una hora en la calle, que es el tiempo que tarda explosivos (servicio especial de la policía) en constatar que efectivamente no haya una bomba en el lugar”, contó la fuente. A las 11 en punto estaban de vuelta en sus labores. “No encontraron nada. Lo que si sabemos es que ya recibimos varias amenazas que lo único que logran es frenar el trabajo del municipio”, reprochó el hombre y aclaró que “es una molestia para nosotros y para los vecinos”.