Las más de cinco horas de debate desembocaron en una votación que arrojó 136 votos a favor -incluido el titular de la Cámara, Eduardo Fellner-, 99 en contra y una abstención.
De esta forma, el Frente para la Victoria logró superar por 7 el número de 129 que se requería para aprobar el proyecto que establece elecciones primarias, simultáneas y obligatorias y pondrá a los argentinos más seguido frente a las urnas.
El Encuentro Popular y Social, clásico aliado del oficialismo, el bloque del Sí, Proyecto Sur y los independientes Silvia Vázquez y Claudio Morgado se diferenciaron del Frente para la Victoria y cuestionaron el proyecto, al considerar que "favorece el bipartidismo y obstaculiza la formación de nuevos partidos".
Los opositores del PRO, la Coalición Cívica, la UCR y el Socialismo, en tanto, se
quejaron por la "falta de consenso" y apuntaron contra el ex presidente Néstor Kirchner, al que acusaron de "beneficiarse" con esta nueva ley.
Sí se mantuvieron fieles al FpV el bloque De la Concertación, los dos diputados de Tierra del Fuego y el Frente Cívico por Santiago, y se sumaron varios referentes del PJ disidente, como la titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño, que participó en la incorporación de modificaciones al texto original del Poder Ejecutivo.
Para el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, la ley "propone un sistema nuevo que parte del mal funcionamiento de los partidos políticos de la Argentina".
"Cuanto más lejos se esté de las elecciones más se aleja el fantasma de que se favorece a tal o cual candidato con una ley de reforma política. En dos años pueden pasar muchas cosas", señaló Rossi, en respuesta a la oposición.
A su entender, la norma "favorecerá a las disidencias que hay en cada partido, porque la selección la hará la ciudadanía y, por lo tanto, el peso de los oficialismos partidarios es mucho menor".
"Va a fortalecer el sistema de partidos políticos, va a permitir la no atomización, en mentira que favorece el bipartidismo. Estamos convencidos de que esto servirá para acercar la política a la ciudadanía", remarcó Rossi, al cerrar el debate.
El titular de la bancada de la UCR, Oscar Aguad, también aseguró que el "bipartidismo no es un problema de legislación, sino de la sociedad, que es la que vota".
"Quisiera decirles a los partidos pequeños que es un error creer que por ley se puede crear el bipartidismo, es un hecho natural de la sociedad", afirmó Aguad, aunque cuestionó la falta de debate y la "costumbre del Gobierno de cambiar las reglas de juego".
A su turno, el jefe de la Coalición Cívica, Adrián Pérez, criticó que "se piense una reforma política para dirimir la interna de un partido".
Por el PRO, Esteban Bullrich, aseguró que el Gobierno "habla de progresismo y luego manda al Congreso este tipo de leyes".
El justicialista de Santa Fe Federal, Jorge Obeid, afirmó que "no se puede discutir en veinte días, entre gallos y medianoche".
El socialista Lisandro Viale, en tanto, señaló que "es mentira que el proyecto está inspirado en Santa Fe, porque en esa provincia no es un sistema proscriptivo y arbitrario".
Omar de Marchi, Demócrata de Mendoza, indicó que "queda claro que el pensamiento cortoplazista del Gobierno sólo les permite ver en qué medida podrán verse favorecidos en las elecciones del 2011".
Luego de que ayer se les cayeran varios de los legisladores contaba como positivos -pese a los cambios del proyecto-, las autoridades del Frente para la Victoria continuaron este miércoles con las tratativas tendientes a sostener las alianzas que le permitirían alcanzar los 129 votos.
Junto al Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, el diputado y apoderado del PJ, Jorge Landau, realizó los últimos retoques de redacción en el texto del dictamen, "de acuerdo a los pedidos de los diferentes bloques".
Además, en el recinto, la secretaria parlamentaria del FpV, Patricia Fadel, pidió que la norma se votara de forma conjunta en general y en particular, a fin de evitar complicaciones en el número en la instancia artículo por artículo.
Ahora el proyecto desembarcará en el Senado, Cámara en la que podría comenzar a ser debatido este año, pero terminaría con una votación en 2010.