El ex presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, será el principal orador del acto que organizará la Confederación de Agrupaciones Peronistas durante la segunda quincena de Noviembre en La Matanza, distrito donde se originó este movimiento que lo quiere potenciar como candidato a presidente del PJ nacional.
Su reaparición política, sin embargo, puso en crisis al armado del peronismo disidente que se estaban proponiendo Francisco De Narváez y Felipe Solá, los últimos ganadores en las elecciones del 28J en el territorio bonaerense.
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Sin embargo, la jugada del ex hombre fuerte de la Provincia apunta a conmover hasta el límite de lo tolerable la paciencia de De Narváez, con quien no se habla desde unos diez días antes de la última votación nacional. “No se de qué se molesta si nunca se preocupó en demostrarnos un poco de respeto o considerarnos sus aliados”, expresó uno de los organizadores del retorno de Duhalde.
En este sentido, separan la relación con Solá: “ha demostrado que quiere pelear por la recuperación del peronismo y nunca negó la relación cuando logró recomponer con nuestro sector”.
De Narváez, en un intento por no perder protagonismo en el armado peronista, le exigió a Duhalde “darle protagonismo a los dirigentes que hemos surgido en los últimos tiempos con una vocación de renovación".
"Yo tengo respeto por el ex presidente, pero me parece que lo que hay que discutir es los aparatos o las ideas, si el pasado o el futuro, si lo viejo o lo nuevo. Yo voy a ser parte de esas discusión", disparó el diputado electo de Unión Pro.
En tanto Solá fue mucho más moderado en su aparición pública realizada en Caseros: “no sé si finalmente será él el candidato”, dijo sonriente.
La idea de Duhalde es la de “quedar como referente” ante los ataques que provendrán de Néstor Kirchner y sus aliados para así no desgastar “a los otros presidenciables que tiene el peronismo”, entre los que anota a los gobernadores Mario Das Neves y Juan Manuel Urtubey, “el siempre dubitativo Carlos Reutemann” o el propio Solá.