“La verdad que por más que una sepa que deja la vida para ayudar a los jubilados, cuando vi que todos alzaban la mano para votarme y algunos, por las dudas, hasta alzaban las dos, me emocioné -cuenta Elsa a 24MORON, sentada en la oficina que la Federación alquila en la Sociedad Italiana de Morón-. Creo que por eso, después de tantos años, sigo adelante con esto. Porque más allá del esfuerzo, el cariño de la gente es una recompensa que no tiene precio”.
Ama de casa, dos hijos, cuatro nietos y un bisnieto, el sacrificio siempre fue el denominador común de su vida. Primero durante su infancia, que transitó en el seno de una familia humilde. Después trabajando codo a codo con su marido para sostener una pequeña empresa dedicada al reciclado de metales. Más tarde con el golpe más duro que le propinó la vida: enviudar repentinamente a los 39 años y tener que afrontar sola el mantenimiento de la empresa y la crianza de sus hijos.
Recién cuando ellos fueron lo suficientemente grandes, decidió emprender un nuevo desafío: ser la presidenta del centro de jubilados Luis De Salvo, de Haedo Sur, donde además hace seis años conoció a su actual marido, Fiore.
“Yo siempre fui una persona con muchas inquietudes, sobre todo para ayudar a la gente. Y por eso quise ser la presidenta del centro de jubilados, para que los jubilados podamos tener una mejor calidad de vida”, cuenta Elsa.
Veinticinco años después sigue siendo la presidenta del centro y además desde hace 14 también está a cargo de la Federación de Jubilados y Pensionados de Morón.
“Es un trabajo completamente ad honorem, pero mi mayor alegría es hacer felices a los demás, ya sea haciéndoles trámites en PAMI o en ANSES, o consiguiéndoles viajes, talleres, cursos, anteojos, audífonos, lo que precisen”, señala Elsa.
Uno de los últimos logros fue conseguir la donación de una computadora para cada centro de jubilados del partido de Morón. “La verdad que nos vino muy bien, porque no solo permite que nos familiaricemos con la computadora, sino que ahora podemos hacer los trámites de ANSES sin movernos del centro -explica.
Esto también se lo tenemos que agradecer mucho a Juanchi Zabaleta, que hizo la gestión desde ANSES”.
Pero los desafíos para Elsa se renuevan a cada instante. Su teléfono no para de sonar. La llaman por la fiesta que está organizando para el 31 de octubre con motivo del Día del Jubilado. Por la del 20 de noviembre porque se cumple un nuevo aniversario de la Federación de Morón. O simplemente porque hay algún jubilado que tiene una necesidad. Para eso está ella. Para satisfacerla.