Menendéz, acorralado por la contaminación del agua
Según la investigación de un medio del Conurbano, se da cuenta que las autoridades se encontraban en conocimiento de la contaminación del agua potable en Merlo.
Atrás han quedado los tiempos en que el intendente de Merlo, Gustavo Adolfo Menéndez, promovía el pacto de San Antonio de Padua como la guía y liderazgo espiritual del papa Francisco, y el imperativo moral de atender la crisis de los excluidos del sistema y el daño ambiental que ponen en riesgo la convivencia en la llamada "casa común".
Lo cierto es que con el correr de la gestión del mandamás merlense quedaron al descubierto cada uno de los incumplimientos locales de Gustavo Menéndez a los compromisos establecidos en el pacto con que se dedicó a recorrer toda la provincia, pregonando la adopción de tales políticas entre sus pares intendentes. En el mundillo político los jefes comunales ya comienzan a manifestar por lo bajo que la prédica de Menéndez puede reducirse al famoso "has lo que yo digo, más no lo que yo hago".
Si bien en Merlo se encontraban en duda la eficacia de las políticas relativas a la lucha contra el narcotráfico, la drogodependencia, el combate contra la pobreza y el hambre, las conductas para el cuidado de la casa común (punto 1, 2, 3, 7, 8 y 10 del pacto de Padua), en los últimos tiempos han crecido las cocinas y dealers en el partido el conurbano. También aumentaron desmedidamente la pobreza y la proliferación de comedores y merenderos barriales en manos de vecinos autoorganizados. Además, se han tornado publicas fotografías del Eco-Punto transformado en un gran basural a cielo abierto. Ahora se ha agregado una nueva preocupación a los vecinos: el agua potable contaminada.
El expediente judicial caratulado "Ares Juan Manuel C/ Aguas y Saneamientos Argentinos S.A. S/ sumarísimo" (expediente Nro. 112102/2018) que tramita ante el juzgado federal Civil, Comercial y Administrativo Nro. 2 de San Martín, en el cual se ha ordenado a AYSA S.A. suministrar preventivamente agua envasada comercialmente.
Así, del "estudio de servicio" efectuado para el traspaso a la firma AYSA, traspaso que fue promovido por Gustavo Menéndez y la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal, surge que una importante cantidad de perforaciones muestreadas tienen valores químicos y bacteriológicos fuera de las normas legales, y que sobre la calidad del agua debe tenerse en cuenta que la zona no cuenta con descarga de efluentes a red pública y por ende es necesario considerar la posibilidad de contaminación de los acuíferos inferiores.
Entre otros datos, surge que el valor de arsénico promedio para los pozos de Merlo es de 21,12 ug/l, es decir más del doble establecido por la Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Argentino; y que gran cantidad de los pozos contienen presencia de nitratos por encima del valor límite del marco regulatorio y el citado Código Alimentario, establecido en 45/mg/l. Asimismo se registran anomalías bacteriológicas en la red de agua potable con presencia de escherichia coli, coliformes, pseudomona aeruginosa y bacterias heterótrofas.
Esta situación conocida tanto por las autoridades municipales como también por la concesionaria al momento del traspaso del servicio, que no fue dada a conocer a la población en dicha oportunidad, convierte nuevamente al pacto de San Antonio de Padua en letra muerta. Ésta vez por desoír los compromisos de los puntos 8 y 10, relativos al acceso al agua potable y el cuidado de la llamada "casa común".
La preocupación ha llevado a vecinos merlenses a presentar notas por mesa de entradas del municipio y de la firma AYSA S.A., cuyos modelos ya circulan por redes sociales, ello con el objeto de solicitar información sobre la calidad de agua en sus domicilios y lograr que se les extienda la medida cautelar del expediente judicial.
Fuente: RealPolitik