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Los resultados completos del peritaje que podría esclarecer si el fiscal Alberto Nisman se suicidó, si fue empujado al suicidio o si fue asesinado demorarán entre tres y cuatro semanas. Así se lo informaron ayer los expertos en informática que representan a la querella y a la defensa de Diego Lagomarsino a la jueza penal Fabiana Palmaghini. Para las urgencias y ansiedades que genera la causa, no es una buena noticia. Pero en el horizonte de polémicas, marchas y contramarchas que rodeaba al peritaje de los teléfonos y las computadoras del fallecido fiscal, es poco menos que –en términos futboleros– un empate de visitante y con un jugador menos.
Ayer por la mañana, la jueza Palmaghini se reunió en el departamento de Cibercrimen de la Policía Metropolitana con el perito Gustavo Presman, por la querella que encabeza la jueza federal de San Isidro y ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, y Marcelo Torok, designado por el abogado Maximiliano Rusconi, en representación de Lagomarsino, según consignó Tiempo Argentino. Durante el fin de semana largo no habían conseguido ponerse de acuerdo en la forma en que iban a acceder al contenido de los dos celulares, el nextel y las cinco computadoras, entre ellas un Ipad. Finalmente, superaron las diferencias, que parecían más formales y burocráticas que reales.
Torok y Presman se conocen desde hace mucho tiempo. Ayer mismo se pusieron a trabajar sobre las copias de seguridad de los dispositivos que había realizado la división Apoyo Tecnológico de la Policía Federal antes de ser apartada de la experticia. Ninguno de los dos, ni tampoco los expertos de Cibercrimen de la Metropolitana, se explican por qué en los discos copiados por la Federal hay archivos que son de acceso prácticamente imposible.
El análisis de toda la documentación demorará aproximadamente un mes. No obstante, ambos profesionales se comprometieron a suministrar "adelantos" a medida que vayan descifrando contenidos. Uno de los puntos clave del trabajo es determinar si Nisman accedió personalmente a una computadora el domingo 18 de enero por la mañana para consultar diarios y su e-mail. Ello podría probar que estaba vivo cuando Arroyo Salgado dice que estaba muerto. La hipótesis del homicidio quedaría, valga el juego de palabras, malherida.
Ayer se produjo otra novedad inesperada. Después de que fuera anulada la designación como "perito oficial" de Enrique Prueger, y de que la fiscal Viviana Fein deslizara que buscaría a otro para realizar un peritaje técnico sobre la escena de la muerte de Nisman–que aún no fue ordenado–, el criminólogo se presentó en la fiscalía y entregó documentación sobre sus cualidades y títulos habilitantes. Lo hizo como una suerte de superación de las omisiones que llevaron a la jueza Palmaghini a anular su designación. ¿Fein insistirá con que Prueger participe del peritaje? Si esa es su intención, en el camino se topará con otro obstáculo aún irresuelto: Arroyo Salgado lo recusó porque Prueger adelantó en varios medios periodísticos que, en su opinión, Nisman se suicidó. El planteo de la jueza de San Isidro es, incluso, anterior a la anulación de su designación. Durante el fin de semana, Prueger reiteró qué piensa que ocurrió con Nisman. Difícilmente la querella acepte sin más que forme parte de un trabajo técnico-científico como “perito oficial” sabiendo que su teoría contradice de antemano la hipótesis del homicidio.
26 de marzo de 2015
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En las fotografías se ven las pruebas en el baño del fiscal luego de ser encontrado sin vida en su departamento.