La intendencia de San Isidro siempre negó tener conocimiento de lo que sucedió en Thames y Panamericana. “La cuestión fue investigada por la Justicia, sin que se hubiese demostrado que en ese sitio se cometieran tales hechos”, repitió un comunicado oficial en el año 2010 como justificación de la venta, sin oír los múltiples testimonios de vecinos y víctimas sobre lo que allí funcionó. Hoy, que fue arrasado, aceptan que fue un ex CCD.
“No les quedó otra alternativa por toda la evidencia que aceptar que ese lugar fue un ex Centro Clandestino de Detención”, explicaron a este medio Jorge y Raquel Witis, miembros de la Comisión Por La Memoria, La Verdad y la Justicia de Zona Norte, quienes desde hace años impulsaron primero la preservación del lugar, y después de su destrucción, la señalización del mismo, tal y como lo ordena Ley Provincial 15.804 y la Ley Nacional 26.691. Lo mismo hicieron con los otros lugares del distrito que esperan su demarcación: El C.O.T 1 de Martínez, la comisaría 4ta de San Isidro, y el batallón 601 de Boulogne (Ver nota adjunta ¿Por qué Posse quiere ocultar los centros de detención de San Isidro?).
El novedoso cambio de opinión de la gestión Posse (que también se hizo patente cuando su padre Melchor prometió construir en el predio un campo de deportes y Gustavo lo vendió para hacer oficinas) no empaña lo importante de la medida, en un distrito poco propenso al ejercicio de la memoria.
“Fue un día histórico, la sesión terminó de una forma muy emotiva porque por fin después de tantos años de lucha se logró que la verdad se conozca”, explicó a 24CON la docente Graciela García, una de las encargadas del proyecto por el cual los alumnos de una escuela del distrito lograron desde el 2006 recopilar información y material para comprobar la existencia de lo que funcionó allí, lo que finalmente se plasmará en la demarcación.
La señalización
La innegable contundencia de los datos aportados para conocer que allí funcionó ese búnker de la dictadura fueron muchos y aportados por vecinos y las propias víctimas (ver nota “San Isidro: Se vende la casa de Massera y se "borra" la memoria del horror”) en donde, entre otras cosas, figura el testimonio de Pilar Calveiro, quién estuvo cautiva en el lugar.
Pese a todo, la preservación no fue posible y el lugar pasó a manos privadas, donde se destruyó por completo (Ver "Hacen oficinas en el ex búnker de Massera y los empleados ven fantasmas"). Sin embargo, gracias a la ordenanza aprobada, será un hecho la identificación del predio.
“Se colocarán los tres pilares característicos que se utilizan para señalizar este tipo de sitios, junto con una descripción del lugar y su funcionamiento”, explicó Judith Said, Coordinadora del Archivo nacional de la Memoria, quién agregó que será una realidad en los próximos meses.
18 de abril de 2013
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