Dos boliches fueron clausurados en San Vicente cuando la policía descubrió que no sólo permitían el acceso a menores de edad en horario vedado, sino que además, suministraban bebidas alcohólicas con mangueras conectadas a un barril.
Foto: Claudio Espeche (Crónica) |
Los responsables de los locales -identificados como Leonel Ghigliazza, de 25 años, y Nelson Artoni, de 41, de Living Pup y Vicentico, respectivamente- fueron detenidos por orden del Juzgado de Paz Letrado de San Vicente, a cargo de la doctora Julieta Ormaechea, cuyo despacho, casualmente, se ubica junto a uno de los locales nocturnos mencionados.
Los boliches no sólo violaban la ley al permitir el ingreso de menores de edad, sino que además, ninguno de ellos contaba con la habilitación correspondiente para funcionar como pub y discoteca. En efecto, ambos establecimientos tenían razón social de bar y en el caso de Vicentico, incluso, estaba habilitado como pizzería. Pero nada de eso ocurría en su interior. Por el contrario, en Living Pup la venta de bebidas alcohólicas se realizaba de manera impune con el rebuscado mecanismo que, entre otras cosas, impide a los jóvenes conocer la cantidad que ingieren para poder controlarse.
El sistema en el bar consistía en un embudo mediante el cual el barman “filtraba” la bebida que circulaba luego por la manguera, cuyo extremo tenía dos salidas donde los clientes bebían directamente.
18 de julio de 2012
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Ocurrió en pleno centro del distrito, cuando el hombre perdió el control del rodado y se subió a la vereda. Además, golpeó a los inspectores.