Le liquidaron mal el sueldo, mató a sus jefes y se suicidó
Carlos Landivar, empleado de la empresa Bascoy, también le quitó la vida a otro trabajador. Antes de matarse, prendió fuego parte de la empresa.
Un empleado de una empresa de transportes de la localidad de Bancalari, partido de Tigre, mató a tiros a sus dos jefes y a un empleado administrativo, intentó prender fuego el lugar y luego se suicidó.
El hecho ocurrió este mediodía en la calle Boulogne Sur Mer 1411, cuando un empleado, identificado como Carlos Landivar, ingresó en la empresa de transportes de carga Bascoy S.A., llegó al sector de oficinas situadas en la parte posterior del predio y, en medio de una discusión, sacó un arma de su ropa y mató a tiros a los dos dueños de la empresa, los hermanos Pablo y Gabriel Bascoy.
El tirador también asesinó al empleado administrativo Javier Echeverry, tras lo cual prendió fuego el lugar y se suicidó, dijeron los informantes. El principio de incendio fue combatido por los bomberos que llegaron rápidamente a la empresa.
La primera hipótesis que manejaban las autoridades era que el hombre había ido a reclamar una mala liquidación de haberes. Sin embargo, no se descarta que el motivo de la matanza haya sido una importante deuda por trabajos impagos, entre otras versiones que se analizan.
También se supo que, cuando los primeros policías arribaron alertados de lo ocurrido, debieron rescatar a otro empleado que había quedado atrapado por el incendio y que debió ser asistido por sofocación, al tiempo que los efectivos sufrieron algunas quemaduras en las manos.
Los dos dueños de la empresa asesinados eran hijos de José Bascoy (78), quien a fines de 2002 estuvo ocho días secuestrado y por cuya liberación sus captores habían exigido 500.000 dólares que no llegaron a ser pagados. Este hombre se enteró de lo ocurrido a través de los medios de comunicación.
En tanto, una vecina de nombre Verónica contó en declaraciones televisivas que el autor de los disparos era "un chapista que arreglaba los camiones" en Bascoy y que era conocido de un muchacho que atiende un quiosco en el barrio, al que concurría asiduamente.
"El chico del quiosco nos contó que este chapista le dijo que iba a hacer un desastre, porque le debían 100.000 pesos y lo querían echar", señaló la mujer respecto del presunto móvil del hecho.
Por su parte, un empleado de la empresa aseguró que Ladivar "es un tipo tocado, medio chiflado. Algún problema tenía".
En el lugar se encontraban esta tarde los peritos de la Policía Científica y de la Jefatura Distrital Tigre, en tanto que la causa quedó a cargo del fiscal Cosme Iribarren, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Don Torcuato.
19 de diciembre de 2012