San Fernando
Un descampado funciona como "hotel para violadores"
El terreno abandonado se convirtió en una trampa. La reciente violación de una joven de 15 años colmó la paciencia de los vecinos. "Hay casos que no se denunciaron", explicaron a 24CON.
Rocío –una chica de 15 años- estaba sentada en la puerta de su casa al lado de un amigo de 19, “haciendo tiempo” antes de ir para un cumpleaños. Era el sábado de Semana Santa poco antes de las 23. Alguien se les acercó, los amenazó con un objeto cortante y los llevó a su “guarida”, un predio abandonado del ferrocarril pegado a la estación Victoria, en San Fernando.
El atacante de 34 años, identificado como Héctor Daniel Pereira, condujo a los jóvenes a la fuerza hasta dentro del oscuro terreno lindante con la calle Martín Rodriguez a la altura de la intersección con la calle Álvarez. Allí, el abusador les exigió que tuvieran relaciones sexuales. Ante la negativa, golpeó al muchacho en la cabeza, lo pateó y lo dejó casi inconsciente, atado con precintos, al costado de la zanja.
Allí mismo, después de someterla a la fuerza, comenzó con el ataque sexual a la joven. La golpeó, le arrancó la ropa y la forzó a tirarse al piso justo al lado del paredón que separa el baldío de la calle. Mientras tanto, el hermano de una de las víctimas (que había visto como se llevaban a los dos adolescentes), dio aviso a la familia y la policía. Junto con vecinos, todo el barrio comenzó con el rastrillaje.
Después de casi una hora de iniciado el ataque, pudieron encontrarlos. El panorama era aberrante. “Cuando llegamos vimos al tipo arriba de ella, porque la seguía violando a pesar de que las luces del patrullero lo enfocaban”, aseguró a 24CON Adrián Albeyra, un vecino del barrio Crisol. Un policía lo sacó de encima y logró reducirlo con un “culatazo”. La chica estaba en shock, llena de miedo y sangre, mientras su agresor le gritaba ‘deciles que sos mi mujer’. Su amigo yacía al lado, casi sin poder respirar. Después se supo que el violador-un empleado de seguridad de un supermercado de Boulogne- tenía antecedentes.
“A los chicos los vimos crecer y es un dolor enorme que pase esto”, explicó Adrián y aseguró que desde el 2008 en el mismo lugar ocurrieron cuatro violaciones denunciadas y al menos otros cinco ataques sexuales que por miedo o vergüenza no fueron manifestados ante las autoridades. Todo en el mismo escenario, en el que desde hace años reclaman una solución. "En el lugar había cajas de vino y ropa, lo usaba como un 'hotel' y desde ahí acechaba a la gente que pasaba por la calle, listo para atacar", aseguró.
“Como los terrenos son del ferrocarril y dependen del gobierno, cuando hacemos los reclamos al municipio nos dicen que no pueden hacer nada, que no tienen injerencia ahí”, aseguró el vecino. Y explicó que desde el distrito atinaron a poner luminarias en la zona (que ya fueron todas destruídas) y a limpiar los altos pastos del terreno, pero no más que eso.
Al otro día del indignante suceso, varios vecinos cortaron la calle Sobremonte en pedido de más seguridad. Desde ese momento y hasta ahora, se dispuso que un móvil de gendarmería custodie la zona las 24 horas. “Desde que están los gendarmes estamos un poco más seguros, antes no podíamos caminar de noche sin que te roben. Por eso otra solución provisoria sería poner un destacamento en el lugar, porque ahora no tienen donde parar y están arriba de la camioneta”, explicó el vecino.
“Ya avisamos que si se va gendarmería vamos cortar de nuevo la calle. Acá parece tierra de nadie, los remiseros que no son del barrio no quieren entrar, por eso necesitamos que alguien se haga cargo y no de una solución”, finalizó Albeyra
16 de mayo de 2011
Allí mismo, después de someterla a la fuerza, comenzó con el ataque sexual a la joven. La golpeó, le arrancó la ropa y la forzó a tirarse al piso justo al lado del paredón que separa el baldío de la calle. Mientras tanto, el hermano de una de las víctimas (que había visto como se llevaban a los dos adolescentes), dio aviso a la familia y la policía. Junto con vecinos, todo el barrio comenzó con el rastrillaje.
Después de casi una hora de iniciado el ataque, pudieron encontrarlos. El panorama era aberrante. “Cuando llegamos vimos al tipo arriba de ella, porque la seguía violando a pesar de que las luces del patrullero lo enfocaban”, aseguró a 24CON Adrián Albeyra, un vecino del barrio Crisol. Un policía lo sacó de encima y logró reducirlo con un “culatazo”. La chica estaba en shock, llena de miedo y sangre, mientras su agresor le gritaba ‘deciles que sos mi mujer’. Su amigo yacía al lado, casi sin poder respirar. Después se supo que el violador-un empleado de seguridad de un supermercado de Boulogne- tenía antecedentes.
“Como los terrenos son del ferrocarril y dependen del gobierno, cuando hacemos los reclamos al municipio nos dicen que no pueden hacer nada, que no tienen injerencia ahí”, aseguró el vecino. Y explicó que desde el distrito atinaron a poner luminarias en la zona (que ya fueron todas destruídas) y a limpiar los altos pastos del terreno, pero no más que eso.
Al otro día del indignante suceso, varios vecinos cortaron la calle Sobremonte en pedido de más seguridad. Desde ese momento y hasta ahora, se dispuso que un móvil de gendarmería custodie la zona las 24 horas. “Desde que están los gendarmes estamos un poco más seguros, antes no podíamos caminar de noche sin que te roben. Por eso otra solución provisoria sería poner un destacamento en el lugar, porque ahora no tienen donde parar y están arriba de la camioneta”, explicó el vecino.
“Ya avisamos que si se va gendarmería vamos cortar de nuevo la calle. Acá parece tierra de nadie, los remiseros que no son del barrio no quieren entrar, por eso necesitamos que alguien se haga cargo y no de una solución”, finalizó Albeyra
16 de mayo de 2011