El Mapa del Conurbano

El clan K pierde 20 diputados de los 60 que puso en juego. A partir de diciembre tendrá que ponerse de acuerdo con la oposición si no quiere estancarse.

Por DyN

El kirchnerismo perdía esta noche 20 diputados de los 60 que ponía en juego en las elecciones, en una fuerte disminución de su poder en la Cámara baja que lo obligará, a partir de diciembre, a acordar con la oposición para poner en marcha una sesión.


Actualmente, el FPV-PJ cuenta con 116 integrantes, 13 menos del quórum de 129, que lograba con esfuerzo y merced a la ayuda de bloques aliados menores. A partir del 10 de diciembre, en cambio, el oficialismo necesitará el acompañamiento de 33 diputados de otros bloques para lograr el quórum.


En provincia de Buenos Aires, donde se renovaban 35 diputados, la pelea electoral era para el kirchnerismo la madre de las disputas, sobre todo porque la lista de los legisladores oficialistas estaba encabezada por el ex presidente Néstor Kirchner, quien buscó convertir los comicios en un plebiscito de la gestión de su esposa, Cristina Fernández.


El kirchnerismo, que ponía en juego 20 bancas, conseguiría 11 escaños, de acuerdo con los cómputos oficiales realizados hasta las 23, es decir, que estaría perdiendo nueve legisladores por el principal distrito electoral del país.


De esa manera, a partir de diciembre, con el recambio de la mitad de la Cámara baja, el oficialismo contaría con un bloque de 96 diputados propios. A su vez, la fuerza de sus 20 aliados de bloques menores, de los cuales renovaban 11, se vería reducida a 12.


El oficialismo (en diciembre de 2007, tras los comicios generales y con la fusión con los diputados provenientes del duhaldismo) sumaba 140 voluntades, pero las mieles duraron poco porque esa cifra comenzó a desgranarse pocos meses después con el inicio del conflicto con el campo, aunque pudo aprobar el proyecto de las retenciones móviles por ajustados 129 votos.


A partir de entonces, fueron varios los legisladores oficialista que tomaron distancia en forma paulatina del bloque, como el ex gobernador bonaerense Felipe Solá, quien emigró a fin de ese año, pero ya había votado en contra los deseos K en el debate de la 125 y, luego, conformó un bloque de peronistas anti-kirchneristas de ocho integrantes.


La diáspora prosiguió, por ejemplo, con los tres santafesinos obeidistas que se alinearon con el ex mandatario santafesino y actual senador nacional Carlos Reutemann, otro que tomó distancia de la Casa Rosada por la pelea campera.


El kirchnerismo debió afrontar, desde entonces, otros alejamientos como la del gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, quien fue haciendo equilibrio hasta el cierre de las listas cuando definió la ruptura con la Casa Rosada.


También, conoció el juego del entrerriano Jorge Busti, hombre fuerte de la provincia, que supo jugar a las escondidas y mostrar por momentos cercas y por momentos lejos del santacruceño, con el correspondiente movimiento zigzagueante de sus diputados.


Ahora, Kirchner deberá demostrar su capacidad de negociación y de persuasión en un escenario que se le complica si se concreta la derrota en la provincia de Buenos Aires, sobre todo si se tiene en cuenta que el peronismo perdona todo, menos la derrota.

 

 

 

Infografía: Télam

¿Quiere recibir notificaciones?
Suscribite a nuestras notificaciones y recibí las noticias al instante