En plena crisis de coronavirus en Chile, con 4.502 fallecidos confirmados de covid-19, el funeral de un tío sacerdote del presidente Sebastián Piñera generó un verdadero escándalo. De acuerdo al vídeo del entierro del religioso Bernardino Piñera (de 104 años) celebrado el domingo y difundido por el propio cementerio, un miembro de la familia presidencial abre la tapa superior de madera de un ataúd con vidrio sellado. El religioso fue diagnosticado con covid-19 el pasado 26 de mayo. La polémica provocó que miembros del Gobierno chileno debieran explicar lo sucedido y que un diputado de oposición, el democristiano Gabriel Ascencio, denunciara eventuales incumplimientos de los protocolos, lo que será investigado por la Fiscalía.
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De acuerdo con las imágenes difundidas por el cementerio en un canal de YouTube y que luego fueron bajadas, una mujer señala: "Sebastián lo quiere ver". Mientras, algunos de los asistentes le señalan que "no se puede abrir" el cajón, entre ellos el primo del presidente y exministro del Interior del Gobierno, Andrés Chadwick, que no se mueve de su puesto. Finalmente, pese a las advertencias, la asistente abre la urna -"velo, velo", se escucha- y el jefe del Estado chileno, con mascarilla, se acerca a observar. Otro de los presentes se queja: "Son porfiados".
"No es casualidad que haya muerto en el día del padre y víctima de una enfermedad que ha causado tanto dolor y sufrimiento a tantas familias chilenas", señaló el presidente chileno en el discurso de despedida de su tío.
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La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, tuvo que referirse dos veces al episodio. En su rueda de prensa diaria para dar a conocer el avance el virus en el país -que ha dejado 246.963 contagiados-, fue consultada por el asunto y señaló: "Debido a las preguntas que han ocurrido respecto al funeral de don Bernardino Piñera, quiero decir que la familia está pasando por momentos difíciles, por eso no nos parece adecuado este tipo de comentarios. Se cumplió 100% con el protocolo para poder asistir a un funeral", indicó Daza. En el ministerio de Salud se habló a su vez de "instrumentalización" del episodio, en referencia a la denuncia del diputado Ascencio.
El sacerdote Piñera fue diagnosticado con el virus el 26 de mayo y el 13 de junio salió de la clínica y volvió una residencia donde, por seguridad, permaneció aislado y con vigilancia médica, de acuerdo al Ejecutivo chileno. Durante el tratamiento no requirió el uso de ventilador mecánico. Debido a su avanzada edad, sin embargo, no se recuperó y falleció este domingo por la mañana a casi un mes del diagnóstico.
Según la versión oficial, en la ceremonia fúnebre se cumplieron las normas sanitarias de distanciamiento social y de una asistencia menor a 20 familiares, como determina el protocolo de funerales en medio de la pandemia de la subsecretaría de Salud, aunque en el vídeo se observan al menos once personas adicionales, entre sacerdotes, músicos y fotógrafos. La Moneda ha indicado que el ataúd estaba sellado y que se haya abierto la tapa, por lo tanto, no habría contravenido las normas, dado que el vidrio protegería el hermetismo de la urna.
La muerte del sacerdote Bernardino Piñera provocó reacciones de dirigentes de distintos signos políticos. El expresidente socialista Ricardo Lagos (2000-2006) indicó: "Con la partida de Monseñor Bernardino Piñera se va un grande que honró a la Iglesia Católica. Su extenso camino apostólico estuvo siempre del lado de los más necesitados y marcó la vida de muchos. Sus enseñanzas quedarán como una fuente de inspiración para todos los chilenos".