El hermano de Piparo, en tanto, señaló que "ella se quiere ir cuanto antes. Si bien está muy triste por todo lo que pasó tiene ganas de salir adelante y lo demostró en su recuperación". Y agregó: "Hace más de un mes que sufrió el ataque y ya está cansada. Por suerte pudo sobreponerse a todo".
La mujer baleada pasará esta semana los últimos días en el hospital San Roque. Según remarcó Matías, "estamos esperando que termine de cerrar la herida que le quedó de la traqueotomía, pero está en camino a eso". Agregó que "está hablando cada vez más".
Carolina decidió que no volverá al departamento en el que vivía con su marido, Juan Ignacio Buzali. La mujer le pidió a su familia anular el contrato de alquiler del inmueble en donde fue baleada, el mismo que pretendía comprar con el dinero que retiró de la sucursal del Santander Río de 7 y 42.
"Ese es el lugar que ella quería para asentar su familia con Isidro y Juan. Ahora no quiere volver a ese departamento. Quieren estar tranquilos por un tiempo. Pero ahí no vuelven más", aseguró Matías.
Carolina fue baleada por dos delincuentes que la siguieron desde el Banco el 29 de julio. Había retirado 10 mil dólares y 13 mil pesos. Cuando llegó a su casa, en 21 y 36, fue abordada por dos motochorros que la balearon en la boca. Piparo fue trasladada al hospital San Roque de Gonnet, donde fue sometida de urgencia a una cesárea de la que nació su hijo Isidro, quien falleció una semana después.
8 de septiembre de 2010