La frivolidad producida por la televisión es motivo de entretenimientos para quienes ocupan sus días del otro lado de la pantalla. Quienes protagonizan los programas o las series que la caja boba emite a diario viven inmersos en un submundo tan particular como vertiginoso.
Exposición continua y la pseudo obligación de sonreir ante los demás sin dejar en evidencia los problemas personales son causantes de largos tratamientos terapéuticos que, a veces, no acaban del todo bien. Quienes aparecen como diosas, entonces, diosas son. Su tiempo siempre debe estar libre, maquillado y despampanante. Ritmo fácil de alcanzar, difícil de sostener.
El mentado cariño del público, el amor de la gente, es el oxígeno indispensable para su álter ego. Un fiel ejemplo de ello es el último verano vivido por Nazarena Vélez, al borde del abismo. En Córdoba, inmersa en una profunda crisis laboral y de pareja, se refugio en sus admiradores para salir a flote; a tal punto que la rubia de espalda angelical se encuentra a punto de debutar en una nueva obra teatral.
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Otro exponente de lo difícil que es ser, mejor dicho “deber” ser, es el caso la joven actriz estadounidense Stephanie Parker (22), que eligió finalizar su vida cuando los directivos de la BBC decidieron cortarle el aire a Belonging, la serie de la que fuera parte desde sus dulce 15 abriles.
En el medio de estos polos opuestos se encuentra la querida Beatriz Salomón. Aquella sanjuanina que supo deleitar a los argentinos compartiendo la pantalla con el gran cómico Alberto Olmedo. Según transcendidos, la vedette cayó en un pozo depresivo al enterarse que las autoridades del canal América 24 optaron por culminar el ciclo que ella conduce.
En consecuencia, la actriz habría ingerido algunas pastillas fuera de la rutina y se descompuso. Entonces, asistida por su peluquero y amigo, Emiliano Gómez, fue trasladada al Hospital Fernández. Internada desde ayer a las 19 horas, "está mucho mejor".
"Beatriz está muy angustiada por el tema que todos sabemos y carece de temas laborales", comentó el estilista, agregando que "el ex marido le pasa plata por el tema de las nenas pero a ella no le alcanza, no tiene buena relación con Ferriols, por eso le sacó la prepaga, ella lo que necesita es trabajar".
Durante la tardel del sábado fue dada de alta y se dio a conocer la razón de su internación: tomó rivotril vencido. Sí, la pulposa Salomón se intóxico con pastillas que habían expirado durante el 2007, las cuales le provocaron la severa descompensación. A pesar de se gran mejoría, no se descarta que haya querido quitarse la vida.
Fuente Momento24
02 de mayo de 2009.