Su dueño lo llevaba al lago para calmar los dolores que sufría a causa de su edad. La historia fue tan conocida que tuvo un final feliz.
Un cachorro dado en adopción y un gato abandonado fueron puestos juntos en un centro de rescate inglés y ambos se volvieron tan cariñosos entre sí que sus cuidadores sospechan que los animales se piensan familiares.
Los dos están alojados en el Battersea Dogs Home. El felino fue encontrado en las calles de Londres; y el perro, entregado en adopción por la familia Berks, quien tuvo ocho cachorros y no pudo sostener los gastos.
Desde entonces se han vuelto inseparables. Incluso, dice la enfermera Sascha Taylor, que “el perrito, llamado Botones, se larga a llorar cuando Kitty se mueve a la gatera para pasar algún tiempo con otros gatos”.
"Normalmente nos gustaría entregar los cachorros y gatitos por separado, pero pensamos que podríamos tratar de ponerlos juntos, ya que son a la vez tan jóvenes y tan inseparables”, sostuvo Taylor.
11 de octubre de 2012
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