Tigre

Una tarjeta SUBE puede ser la clave para resolver el crimen de Silvia Prigent

Será clave determinar si la docente fue por sus propios medios al lugar donde apareció muerta.

El resultado de una pericia realizada a una tarjeta SUBE que poseía la docente asesinada Silvia Prigent, podría dar un nuevo y definitivo rumbo a la investigación o confirmar la impronta aportada por el fiscal del caso, Cosme Iribarren. Cabe recordar que la última vez que había sido vista con vida estaba en una parada de colectivo.

Los datos registrados en el monedero electrónico servirían para probar que la mujer viajó sola en un colectivo rumbo a la zona donde se halló su cadáver. De confirmarse esa hipótesis, el que se vería beneficiado es el viudo Daniel Sfeir, detenido por el crimen de fines de 2011.

El resultado de esa medida de prueba podría avalar el relato del caso que hizo Jorge Bini, empleado del viudo, quien confesó ser el autor del homicidio. Aseguró que tenía una relación sentimental con la maestra, que solían citarse en el descampado donde se halló su cadáver y que aquel día discutieron porque él quería terminar la relación.

Según su versión, la mujer sacó un arma, hubo un forcejeo y un disparo le ingresó en la cabeza a la docente, provocándole la muerte.

La causa está en la Sala III de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, donde los jueces de la Alzada, aguardan el resultado de la pericia a la tarjeta SUBE, donde analizarán si confirman o revocan las prisiones preventivas dictadas por el juez de la instancia.

Prigent fue asesinada de dos tiros en la cabeza el día que desapareció, el 29 de diciembre último. Tras 10 días de búsqueda, un vecino encontró su cuerpo en un descampado ubicado a la vera de la ruta 26, en la zona del Dique de Luján, en el límite entre los partidos de Tigre y Escobar.

El viudo fue detenido el 13 de enero, luego de que el fiscal Iribarren lo acusara de ser el autor del crimen.

Pese a la confesión de Bini, los investigadores sospechan que el móvil del crimen está vinculado a una doble vida que llevaba Sfeir con su reconocida amante, María Cristina Soria, y que para concretar el asesinato éste contó con la colaboración de su empleado.

24 de abril de 2012