Dicen que Carla Braga era una mujer sana. Que “no fumaba, ni tomaba” y que era “una maestra especial”. Tenía 41 años cuando el pasado 7 de febrero ingresó al Hospital Municipal Héctor Dagnilo, de Marcos Paz. Padecía de “dolor de panza”, como relataron sus familiares. Le diagnosticaron un “problema gástrico”, la medicaron y la enviaron de regreso a su casa. A los dos días, Braga murió. También dicen que fue por “mala praxis”.
A los dos días de haber asistido al nosocomio por primera vez, la maestra de la Escuela Primaria Nº2 volvió, pero con peor pronóstico y quedó internada en la guardia con un cuadro agravado. Habían pasado las 20 horas del jueves y sus familiares veían que nadie les prestaba atención.
“Estuvo internada en condiciones precarias, durante varias horas en una camilla”, señalaron sus allegados en una carta dirigida “al pueblo de Marcos Paz”. Más tarde esa noche, “la pasaron a una cama que ni siquiera contaba con sábanas, la doctora responsable de guardia lo único que indicó fue que se le hiciera un enema”, rezó el comunicado.
Cerca de la medianoche del viernes, de acuerdo a sus familiares, el cirujano de guardia les comunica que el cuadro de Carla no era bueno y que en la mañana del sábado la intervendrían quirúrgicamente. Como medida preventiva, este médico les sugirió que la cambien de hospital para que la intervengan.
Al día siguiente, cerca de las 8, la interna fue trasladada a la clínica San Miguel. Cuando ingresó, presentaba un cuadro de salud muy delicado. Y detectaron lo peor: una septicemia.
La primera reacción de los especialistas fue definitoria. Ellos mismos habrían cuestionado el traslado de la paciente ya que la movilización “agudizó el cuadro”. Intentaron estabilizarla. A las 15, Braga sufrió dos paros cardíacos y fue conectada a un respirador artificial. A las 17 falleció.
Cuando la familia de la paciente se dirigió el día 14 a retirar los estudios, según comentaron en la misma carta, el director del hospital (Mario Guillermo González, un hombre que reconoció al diario www.marcospaz.com.ar no ser doctor: “No soy medico, no ejerzo la medicina, yo soy doctor en administración de empresas”. Consultado el 17 de febrero de 2012) les dijo que las muestras de sangre, las placas y la ecografía del día martes ya indicaban una clara obstrucción y que se debía haber intervenido quirúrgicamente en ese momento.
El escándalo que sobrevuela en el nosocomio municipal fue tal que hasta se hizo eco el intendente interino Víctor Magni, quien junto al secretario de Salud Comunitaria local, Héctor Olivera, anunció el inicio de un sumario administrativo interno para investigar “sobre lo actuado en la atención médica recibida por la Sra. Carla Braga”.
Esta no es la primera vez que el Héctor Dagnilo debe lidiar contra acusaciones de mala praxis. En noviembre de 2009, Teresa Mansilla de 64 años terminó internada por problemas de vesícula. “Podía vivir con ella”, le habrían dicho los profesionales a su hijo de acuerdo al comentario publicado por Roberto Cerruti en el Foro libre de opinión Marcos Paz graves denuncias al Hospital de Marcos Paz. “A los pocos días, mi vieja ya no podía respirar ni moverse”, dijo el hombre.
Otro de los usuarios del mismo foro también decidió publicar su historia, que embarra aún más la reputación del lugar: “Mi padre, Olimpio Mesa, siempre iba al hospital, al cual quería mucho. Él sufría de asma y estuvo muchas veces internado con respirador porque sus bronquios se cerraban y no podía respirar. Siempre estuvo muy agradecido con la guardia y la terapia. Mi papá fallece el 27 de enero del 2010 después de una internación por varias operaciones se le perforó un intestino y el Dr. Rojas lo dejó pasar horas dándole calmantes en vez de operarlo y lo operó 12 horas más tarde. Los fines de semana, los doctores tocaban la guitarra y cantaban y bebían en la terapia y no mi papá no podía descansar. Nosotros no dijimos nada porque teníamos miedo”, comentó Olimpio Mesa hijo.
17 de febrero de 2012