Los okupas del campo de Villagra denunciaron a los familiares por usurpadores
Carlos Villagra desapareció en marzo y desde entonces no hubo más datos. Un grupo umbanda que le alquilaba un galpón se quedó con el campo y denunció a la familia cuando fueron a revisar la casa.
Tras su desaparición se sucedieron algunos hechos extraños, sospechosos y allanamientos que no descubrieron nada. Pero ahora surgió un cruce entre los familiares y los inquilinos de parte de su propiedad que llama la atención.
El hombre de 55 años de edad vivía en San Miguel del Monte en su propia finca en donde sabía criar algunos animales y vivir gracias al alquiler de un galpón al final de su terreno que era utilizado por un grupo umbanda que lo utilizaba para ceremonias y rituales. Autorizados, allí mismo sacrificaban animales y cumplían con su credo.
En los primeros días de la búsqueda se requisó el campo y en un sector donde había tierra removida se escavó para ver si el cuerpo del hombre estaba allí. Sólo había restos de gallinas. Luego se estancó la investigación.
La familia de Villagra Suarez, principalmente su hermana Karina, se puso en contacto con la ONG Comisión Esperanza que se especializa en la búsqueda de personas. Su titular, María Esther Cohen Rua informó a 24CON que ahora la causa dio un giro que genera sorpresa y sospechas.
Los inquilinos umbandas siempre fueron pacíficos, pero con la desaparición y la poca presencia policial en la finca, ampliaron su presencia en el predio. Según aseguró la familia a la ONG, los inquilinos afirmaron que, de palabra, el chacarero los había dejado como “caseros”. Aún cuando no hay ningún documento que avale el recado del desaparecido, la policía y los investigadores judiciales habrían avalado la situación de los locatarios.
La presencia de los extraños en el domicilio de Villagra se agrava ya que días antes de su desaparición sufrió un robo en su casa en el que se llevaron el título de propiedad. A su vez, los umbanda, no presentaron en ningún momento el contrato de alquiler firmado con el dueño de la casa.
Hace pocos días, Karina, una de las hijas del desaparecido se presentó en la casa de San Miguel del Monte, pero no pudo ingresar ya que habían colocado un candado que se lo impedía. Necesito presencia policial y un fuerte candado para poder ingresar a la casa de su padre.
Horas después los inquilinos presentaron una denuncia en la fisacalía de La Plata que investiga el caso acusando a la hija del desaparecido de ingresar al domicilio sin autorización, violentando la entrada y violando propiedad privada. La denuncia fue tomada y se inició una investigación sobre la familia. “Los inquilinos son los principales sospechosos por la desaparición de Villagra, pero ahora con la denuncia, van por más”, apuntó a 24CON María Esther Cohen Rua.
Otro detalle de la usurpoación por parte de los inquilinos llegó por parte de la empresa de electricidad que provee el servicio en San Miguel del Monte. Al estar la casa desocupada, hasta que aparezca el propietario, la familia decidió suspender el suministro eléctrico y solicitó el corte a la empresa. No obstante, días después de realizado el corte los inquilinos solicitaron la reconexión. Sin ningún documento que avale su presencia en el lugar, la empresa les proveyó de la electricidad solicitada.
“Actúan como dueños. Con una impunidad total. Inclusive cuando se hicieron los allanamientos en la finca, los usurpadores les indicaban a la policía donde revisar y donde no. Hay un montón de montículos en el campo que no se revisaron”, afirmó la especialista.
Hasta el momento no hay datos precisos que señalen donde puede estar Villagra, aunque las principales hipótesis y la falta total de información sobre su paradero apuntan a un fatídico final.
La ONG Comisión Esperanza puso a disposición un teléfono para que cualquiera que tenga información que ayude con la investigación pueda brindarla al: 4716 1413
20 de octubre de 2011