Lograron sacar de la terraza al "auto volador"

Después de tres días y varios intentos fallidos, que incluyeron una grúa pluma y malacates, pudieron volver a su lugar al auto que colgaba entre dos edificios.

El malacate no fue suficiente, una grúa gigantesca luchó toda la mañana pero tampoco pudo. Sin embargo, un grupo de amigos, con sus propias manos y un poco de ingenio lograron sacar el auto. El Volkswagen Gol que desde el domingo se encontraba suspendido en el tercer piso de una playa de estacionamiento ya descansa bajo la mirada protectora de su dueño.

El primer intento fue a cargo de la compañía de seguros. "Tenemos que tener en cuenta que abajo hay cuatro casas de familia y hay una galería comercial ", había señalado Dino Chapeta, gerente  de Triunfo Seguros, compañía que encargada del operativo al diario La Voz del Interior.

Según ese plan, una grúa del tipo "pluma" iba a llegar hasta la avenida Chacabuco para desplegar desde allí el brazo de la máquina y alcanzar el automóvil.

"La extracción de la unidad no es responsabilidad de la compañía, lo que compete son los daños a los linderos pero no sacar el auto. Por una cuestión humanitaria y para evitar males mayores estamos dispuestos a acceder al retiro de la unidad. Hay que sacarlo por arriba, colgando", explicó el gerente de la aseguradora.

La aseguradora del Volkswagen Gol que está "estacionado" desde el domingo en ese lugar se encargará del operativo, previa autorización por escrito del dueño del autómovil, que demorará un par de horas.

Dino Chapeta manifestó además: "El auto está a unos 17 metros de altura y la grúa tiene que ser más alta. Es una obra de ingeniería importante. Hay que tratar de sacar el auto ocasionando el menor daño posible".

No obstante ante el frustrado operativo, el dueño del Gol convocó a varios amigos quienes utilizando unos maderos a modo de guía para las ruedas, sobas y palos apra hacer palanca pudieron volver a meter al vehículo al interior del estacionamiento.

El auto cayó en tan incómoda posición cuando Juan Vera, de 62 años y su hijo Augusto Vera, de 24, perdieron el control en un insólito episodio y casi se precipitan al vacío, tras derrumbar un muro.


20 de julio de 2010
Fuente: Infobae y Télam

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