El Xeneize volvió a gritar campeón tras cuatro años de sequía. Con un formidable cabezazo de Luciano Monzón, se impuso ante un disminuido Tigre no pudo hacer nada para aguar la fiesta que luego se desató en una Bombonera colmada de fanáticos del nuevo campeón del fútbol argentino.
Boca sólo necesitaba ganar y cumplió en su casa. El 1-0 final sentenció la historia y dejó sin chances a Rosario Central y San Lorenzo, los únicos perseguidores del club de la Rivera.
El único tanto del encuentro llegó cuando finalizaba el primer tiempo, tras un fabuloso centro del uruguayo Nicolás Lodeiro, que Monzón incrustó en la red de Javier García.
El segundo tiempo fue una cátedra de los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena, que dominaron el encuentro y salieron a estirar la ventaja. Sin embargo, la falta de fortuna y claridad le impidieron convertir un segundo tanto, pero la diferencia fue suficiente para consagrarse en lo más alto del fútbol nacional.