A sus dudosas acciones –que incluyen la aniquilación de la escena del triple crimen, orden que habría sido impartida por un alto funcionario vinculado a los medicamentos y al área 7º B de Salud- se le suma una nueva: Coronel adquirió para el Consejo del Partido Justicialista un lote de 376 metros cuadrados en una de las calles céntricas de General Rodríguez. Para tal fin, el Consejo desembolsó 35 mil pesos.
Intendente Manny 1375, ¿"La Casa del Pueblo" o la casa de Coronel? |
El documento fue firmado en 2005. Coronel tenía el compromiso de trasladar el bien al Consejo. Aún no lo hizo. Sus “compañeros” sospechan que el por ahora jefe comunal querría quedarse con la propiedad que figura a su nombre.
“Escritura número ciento veintiséis –venta: Muerza Celia Sara a Coronel Jorge Marcelo”, ese es el título que lleva el documento que consta la venta y compra del lote “número 30”, “circunscripción I, sección B, manzana 135, parcela 7, partida 18.422. Con una valuación fiscal de $7655”.
“La vendedora (…) les transfiere todos los derechos de la propiedad, posesión y dominio (…)” a los compradores que “la aceptan y que se encuentran en posesión material del bien adquirido de conformidad, agregando que la presente compra la efectúan para el Consejo del Partido Justicialista de General Rodríguez, quien oportunamente aceptará”. Bueno, el Consejo del Partido Justicialista o, más bien su presidente, nunca encontró la oportunidad de “aceptarla”. (Ver: Documentación)
Por su parte, Bevilacqua habría tratado de convencer a su jefe de completar el pacto, pero hasta el momento, no habría tenido éxito. Con una emotiva celebración, el 17 de octubre se inauguró el edificio construido gracias a los aportes de los socios. Se trataba de la primera sede propia del PJ en el distrito y fue bautizado como “La Casa del Pueblo”.
No sería la primera vez que el investigado funcionario apuesta a los bienes inmobiliarios, ya que estaría construyendo un complejo turístico en Tres Arroyos.
Además, la gestión de Coronel en el Consejo habría dejado deudas por mucho más de 50 mil pesos (se habla de 500 mil) entre cuentas no rendidas y deudas contraídas con los socios.
La intimidad de la caída del Coronel
Complicada. Así se puede calificar la situación política y personal que está atravesando el golpeado y apabullado intendente de General Rodríguez. Llevado a la televisión, el drama de Marcelo Coronel podría ser un éxito rotundo, ya que su caso tuvo todos los condimentos de una típica novela “taquillera”: poder, corrupción, pasiones, infidelidades, engaños, traiciones y hasta un crimen atípico en la historia criminalística argentina. En todo eso se vio envuelto el hombre que manejó los hilos del Partido.
Es de público conocimiento que Coronel, hijo del almacenero del pueblo, perdió su trabajo en La Serenísima. Mito o realidad, lo cierto es que un rumor corre por las calles de Rodríguez: las malas lenguas de distintos sectores (todos opositores) dicen que el funcionario habría sido despedido debido a una maliciosa maniobra: quedarse con la plata de las coronas destinadas a los compañeros que fallecían. Lo decían bajito, ahora, cada vez más fuerte.
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Lo cierto es que el jefe comunal debió ajustarse a la vida de remisero. Pero, la fortuna lo acompañó en varios viajes en los que hizo buenas migas con hombres cercanos al poderoso Oscar Di Landro, por entonces, intendente de General Rodríguez. Di Landro lo tomó bajo su ala y le dio un cargo dentro del municipio. Coronel fue hábil y escaló posiciones hasta llegar a ser Secretario de Gobierno.
En el camino de la “militancia”, conoció a su ex mujer, Adelma “La Vasca” Arguissain (la ex senadora también carga con un prontuario turbio en sus espaldas), hija de Juan Pedro Arguissain, dueño de la única empresa de colectivos -El Nuevo Ceibo SRL- de General Rodríguez. En fin, un acaudalado empresario con injerencia política, encolumnado con el duhaldista Di Landro.
Cuando Adelma conoció a Marcelo, la relación con Juan Pedro no transitaba el mejor momento. Al parecer, La Vasca siempre fue de contrariar a su padre. Pero haber apostado a su cónyuge en 2007, devenido en ferviente kirchnerista, tal vez, fue demasiado. Pero en política, como en los negocios, todo se arregla. Coronel dejó en manos de Argussain el monopolio del transporte público y, a cambio, el intendente logró mantener en calma a la tropa del PJ. Así, todos quedaron contentos.
El amor entre Adelma y Marcelo creció al ritmo de su escalada política y se quebró abruptamente cuando el intendente se despachó con Pamela Georgina Cancela conocida como “La Barbie”. Con 24 años, la joven pasó de reina de la industria a secretaria privada.
Antes del nombramiento, el círculo cercano del intendente se desencajó por desmentir los rumores de romance. Incluso, cuando 24CON dio la primicia, recibió una dura crítica. Quizás, creyeron que Pamela iba a quedar en el olvido como habría sucedido en otros casos, pero Georgina le llegó al corazón: dejó a su mujer y no le importó adoptarla como su mano derecha en los asuntos municipales, al menos, en los papeles.
El noviazgo provocó la ira de su otrora incondicional Adelma. Es entendible: todo el pueblo se regodeaba con la infidelidad del intendente. La ex senadora estalló de rabia y ahora engrosa la fila de los enemistados con Coronel. Sus más férreos opositores tienen algo en común: se sienten traicionados.
Así llegó Coronel a oponerse hasta al bloque oficialista. Sólo cuenta con el absoluto apoyo de su propio padre al que filtró en el Concejo Deliberante, un manotazo de ahogado del funcionario acorralado por sus enemigos y detractores.
Martes 26 de enero de 2010
Esto fue lo que resolvió el Concejo Deliberante en la sesión del 18 de enero de 2010.
Con una imagen por el piso y sin que nadie mueva un dedo para respaldarlo, Marcelo Coronel afronta su posible suspensión en soledad. Peleado con propios y extraños.