Luján

Más de un millón de fieles peregrinaron a Luján

Como todos los años, los creyentes partieron rumbo a la basílica de Nuestra Señora de Luján.

Con bastones improvisados y signos evidentes de cansancio, los miles de fieles hicieron el camino desde el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, a Luján en un promedio de 16 horas.

Los primeros grupos arribaron cerca de las 4 de la mañana, cuando fueron recibidos con música en la plaza central, frente al templo. El momento más emocionante para los peregrinos fue la llegada de la imagen de la Virgen, que arribó entre aplausos al lugar cerca de las 7 de la mañana de la mano de miembros del Vicariado Episcopal de Juventud de la Arquidiócesis de Buenos Aires.

La devoción se remonta a 1630, cuando una imagen de la Virgen de la Inmaculada y otra de la Virgen con el niño, que venían de Brasil al puerto de Buenos Aires, debían seguir camino a Santiago del Estero.


Sin embargo una de las carretas se estancó en Luján, por lo que los mensajeros fueron quitando peso al coche, pero no conseguían hacerlo avanzar.

 



Cuenta la historia, que finalmente sacaron la imagen de la Virgen de la Inmaculada y la carreta arrancó, lo que entendieron como una señal de que ella quería quedarse en ese punto, donde luego fue construido el templo.

Esta peregrinación, la 35 desde la primera que se realizó en 1975 con la participación de 30 mil jóvenes, se hizo bajo el lema "Madre, tu mirada renueva nuestra esperanza".

Desde el mediodía de ayer, decenas de delegaciones de jóvenes y muchos caminantes mayores de la Capital Federal y de localidades bonaerenses como Dolores, San Justo, Trenque Lauquen, Mar del Plata y General Villegas, hicieron la ruta a pie, mientras eran apoyados por un operativo de seguridad.

Tras el arribo de la imagen de la Virgen, el cardenal Jorge Bergoglio ofició la misa central donde le pidió: "Mira, nuestra madre, a ese pueblo peregrino. Que viene a Luján haciendo silencio en el corazón, aunque en el camino haya mucho ruido".

El cardenal rogó porque la Virgen "nos mire y nos fortalezca el corazón con la esperanza".

"Nuestra Madre nos mira a todos, a todos sin excepción, pero se viene ocupando desde hace mucho tiempo de los hijos mas pobres, los hijos que en las sumas y en las restas de los cálculos van quedando al borde del camino", dijo el cardenal, a la multitud, mientras el sol comenzaba a iluminar la plaza

 

 


Fotos: Télam