Claro que la audacia tuvo su costo: el 8 de octubre de 1988, Miguel Bello Arias, un niño de 7 años, participó de un paseo organizado por la Municipalidad de La Matanza al Zoológico de Cutini que para esa época ya se había instalado en Ezeiza. El niño quiso darle de comer un sándwich a uno de los osos. El animal lo agarró y empezó a comerlo, pero la mano de Miguel todavía permanecía en el alimento. El nene fue trasladado al Hospital de Ezeiza, pero el brazo no pudo ser recuperado. 15 años más tarde, en 2003, la Justicia condenó a Cutini y al Estado nacional a pagar un millón de pesos a la familia de Bello Arias.
Con una idea similar acerca de la “naturalidad” con la que crían a los animales y, al igual que Cutini, Semino se convirtió en un director mediático: en varias oportunidades, traslado a sus fieras al programa de Susana Giménez y Marcelo Tinelli. Su antecesor, era apadrinado por Gerardo Sofovich. “Salir en la tele nos sirve mucho porque, al día siguiente, el zoológico se llena de gente”, justifica Semino la exposición televisiva de sus animales. Incluso, el director muestra con orgullo las fotos que inmortalizaron sus visitas a los programas de televisión. "En lo de Tinelli llevamos por primera vez 12 felinos", se jacta.
Por otro lado, ambos echaron mano a la publicidad para adquirir dividendos. Al respecto, Semino aclara: “Es una ayuda para solventar los gastos del zoológico”.
Zooterapia
En el Zoo de Luján se implementa el programa “LaZOOs”, basada en la terapia basada con animales, en forma conjunta con la Colonia Montes de Oca. La actividad fue declarada de interés legislativo provincial en diciembre de 2006 por el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Ismael Passaglia.
“Una nena autista comenzó a hablar por primera vez en el zoológico, gracias al contacto con los animales. Los resultados son increíbles”, destacó Semino.