"Nosotros sólo queremos trabajar", el reclamo de los manteros desalojados en Retiro
El fin de semana el gobierno porteño realizó un operativo para liberar la zona del comercio ilegal y mejorar el espacio para la circulación de los pasajeros
Manteros que trabajan en las inmediaciones de la estación porteña de Retiro, cuyos puestos fueron desalojados el fin de semana por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, piden volver a trabajar, después de levantar una protesta sobre la avenida Ramos Mejía que realizaron para visibilizar su problemática.
"Lo único que pedimos es que nos dejen trabajar", explicó Diego Ledesma, referente de la Feria de la Plaza, espacio que congrega los viernes y los fines de semana a más de 200 trabajadores informales que ayer se congregaron sobre la avenida y realizaron un corte parcial de tránsito. Sin embargo, aún no hubo respuestas del gobierno sobre la relocalización de los trabajadores, según uno de los pedidos que realizaban.
El plan de trabajo en Retiro consiste en "mejorar la circulación de las 200.000 personas" que pasan a diario por la zona de la terminal de Retiro. La transformación incluye cambios temporarios de paradas de colectivos.
Las obras, llevadas adelante por los ministerios de Seguridad, Espacio Público e Higiene Urbana y la Secretaría de Transporte y Obras Públicas, implican la intervención de 4.500 metros cuadrados de veredas y las paradas del centro de trasbordo con instalación eléctrica, la pintura de las estructuras de la pasarela Avenida Antártida y la reparación de las barandas.
Según los trabajadores el operativo y el desalojo no fue comunicado con anticipación. "Esto no solo nos afecta a nosotros que trabajamos 12 horas a la intemperie, sino también a los cartoneros, que muchas veces nos venden su mercedaria que luego ofrecemos al público", afirmó Naiara Lozano, vendedora ambulante de Retiro.
Lozano remarcó "deseamos que nos dejen trabajar en la plaza (denominada Fuerza Aérea Argentina), como hacemos desde hace más de seis años. Además, pedimos al Gobierno que haga obras en la plaza porque está muy abandonado".
En los bordes internos del vallado, fuertemente custodiado por la Policía y la Agencia Gubernamental de Control, Sergio vende gaseosas al público, aunque indica que las ventas cayeron mucho tras las obras.
"Estas obras son todas unas pantallas. Los funcionarios se sacan una foto y no se vuelven a preocupar por el lugar. En el medio estamos nosotros que nos deja sin muchas posibilidades de trabajar", indicó el trabajador.
Por su parte, Omar, vendedor de sánguches de milanesa, es otro de los grandes afectados por la obra, debido al descenso de las ventas producto de la escasa circulación de personas.
"Nos arruinaron. Nosotros tratamos de luchar todos los días porque la plata no alcanza y de pronto cae esta obra sin avisarnos. Cuando pedimos soluciones no nos contestan, la verdad estoy devastado", indicó el vendedor quien tiene su puesto de comida en el ingreso del barrio Padre Mujica.
Mientras se lleven adelante los trabajos se trasladarán siete paradas de las líneas 28, 70, 75, 92, 100, 101 y 150 de colectivos, así como las de taxis.
En tanto, se asignaron dos carriles a lo largo de la Avenida Ramos Mejía y sólo quedarán habilitados los accesos laterales de los ferrocarriles San Martín y Belgrano Norte. La Línea Mitre redujo su recorrido por obras y no llega hasta la estación de Retiro.