Y al momento se produjo un éxodo de personas que intentaban salir de la ciudad. Hubo más tráfico del habitual, las estaciones de tren mostraron algunas aglomeraciones y rápidamente se agotaron los billetes para abandonar la capital. Los aeropuertos también mostraron más actividad.
Como consecuencia de las revelaciones sobre esta nueva cepa, varios países europeos como Francia, Alemania o Italia, decidieron no permitir los vuelos desde Londres, mientras que las autoridades francesas optaron por el cierre del Eurotúnel, provocando que multitud de camiones quedaran parados en los arcenes de la autopista al otro lado de la frontera.