Ningún hombre en su sano juicio osaría bajarla del podio de las mujeres más hermosas del país. Mirada felina, curvas talladas a mano y cierta ingenuidad en sus modos que despabila los ratones del más indiferente.
Karina Jelinek lo sabe y lo explota. En fotos, desfiles, programas, entrevistas y ahora en una línea de zapatos y accesorios que lleva su nombre y su imagen en todos los afiches. Un presente de empresaria exitosa inimaginable tiempo atrás cuando su intelecto era objeto de debate nacional y sus tropiezos frente a los micrófonos el principal alimento de programas humorísticos. Pero la burla y la mofa lejos estuvieron de minar sus ganas de más.
“Lo que no te mata te fortalece, eso te lo puedo asegurar. Era una época en que cualquier cachivache hablaba de mí. Yo no respondía porque no me gustan los escándalos. La que sí va a responder es mi abogada”, advierte.
–¿En algún momento dudó de su inteligencia?
–Nunca dudé de mi inteligencia. Para mantenerse sola desde chica y saber trabajar y manejarse en este medio hay que ser muy inteligente. Por eso me creo una mujer capaz. Por todo lo que logré en mi vida, que no fue nada fácil.
–¿Le es fácil ser empresaria?
–Estoy aprendiendo lentamente, pero no es nada fácil, lleva su tiempo y su dedicación. Por suerte mi socia Silvia Brown sabe mucho del tema y me permite aprender más rápido.
–¿Es verdad que Natalia Oreiro elogió sus zapatos?
–Sí, fue en una fiesta. Nos saludamos con la mejor onda y me dijo que le encantaba la línea de mis zapatos. Ella me cae muy bien y es un ejemplo a seguir.
–¿Qué zapato le diseñaría a Susana Giménez?
–Me enteré que a Susana también le gustaron mucho y que los había pedido para una producción de fotos para su revista. ¡Imaginate lo feliz que me puse! Para Susana los zapatos tienen que ser como ella; muy coloridos, frescos, alegres. Me la imagino con mucho animal print.
–¿Qué sueño todavía no cumplió?
–Mi sueño es casarme y tener hijos, pero hay tiempo aún. Van a pasar unos años.
–¿Qué la seduce?
–Me seduce el hombre carismático y con buenas intenciones, como mi novio Christian. Él es el hombre ideal.
–¿Y que la excita?
–Me excita la novedad. Todo lo que no sea rutina.
–¿Qué es lo que mejor hace en la intimidad cuando está con su pareja?
–Lo que mejor hacemos es darnos amor, mimos y lo demás te lo dejo a tu criterio.
–¿Por qué no se muestran juntos en público?
– Porque a mi novio no le interesa ser conocido. Yo lo respeto y me gusta que sea así, además la modelo soy yo.
–¿Salió alguna vez con un hombre casado?
–No, nunca. No me interesan, porque respeto a la mujer que está casada, de la misma manera en que me gustaría que me respeten a mí el día que me case.
–¿El sexo es importante en su vida?
–Es importante, pero no lo es todo.
–¿Con quién no se sentaría a tomar un café nunca?
– Con Pettinato. No se portó bien conmigo. Igual le deseo lo mejor. No soy rencorosa.
The real life. En el tiempo libre que le deja su nueva vocación, la modelo de la agencia de Leandro Rud se desvive por atender a su perra Lisa, una maltesa inquieta que pugna junto a Christian por ocupar el primer lugar en las preferencias de su dueña. Sin embargo, en los últimos meses un hecho conmocionó el hogar Jelinek.
“Lisa estaba embarazada y justo el día que tenía que estar en el living de Susana Giménez se murieron todos sus cachorritos al nacer. Traté de olvidarlo para estar con la mejor sonrisa en el programa pero fue imposible. Todavía no se sabe por qué sucedió pero por suerte hoy mi perrita esta súper”, confía, aunque los esfuerzos por ocultar la tristeza aquí tampoco dan resultados.
–¿Qué parte de su cuerpo es la que menos le gusta?
–Gracias a Dios estoy muy conforme con mi cuerpo y genética, pero admito que me cuido muchísimo. Tres veces por semana voy al gimnasio y hago ejercicios adentro de una cápsula a una temperatura de 40 grados y después oxigeno mi piel con drenaje linfático. Ah, y también tomo agua alcalina.
–¿Le parece atractivo el nuevo look de Marcelo Tinelli?
– En realidad me parece muy divertido. Él es muy carismático y tiene su encanto. Yo lo respeto mucho y le estoy muy agradecida porque siempre me tiene en cuenta para trabajar en Ideas del Sur.
–Pero el precio muchas veces era reírse de usted...
–Cuando hacia la previa con Marcelo en “Bailando por un sueño” era un personaje. Era la Karina graciosa, ingenua, picarona y divertida. Como también hay una Karina sexy cuando desfila, o una Karina negociante y seria como empresaria. Pero después de todo eso la que queda es la Karina persona. La que va al supermercado en zapatillas a cara lavada. La que es simple como cualquier otra persona
–Ya que hace las compras, ¿sabe cuánto cuesta un litro de leche o un kilo de pan?
–En la zona de Palermo, que es donde vivo, el pan me cuesta cuatro pesos con veinte el kilo y el litro de leche dos pesos con cincuenta. Pero los precios varían según donde hagas las compras o según el barrio.
–Entonces, usted no vive en una burbuja.
–¡Claro que no! Sé que en el país como en el mundo estamos pasando por una gran crisis. Estoy al tanto de toda la realidad ¡Cómo para no estarlo!
Fotos: Nacho Arnedo.