Hoy comenzó el juicio oral que tiene como acusado a Fernando Farré, el empresario que está preso por haber asesinado a puñaladas a su esposa, Claudia Schaefer, en un femicidio ocurrido en 2015 en el vestidor de su casa del country Martindale de Pilar.
El proceso es por sistema de juicio por jurados, es decir, serán ciudadanos comunes los encargados de decidir el veredicto. En tanto, el juez a cargo, que definirá la sentencia, será Esteban Andrejin, del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro.
En la primera audiencia deberán quedar definidos, entre los candidatos sorteados, los doce jurados titulares y seis suplentes.
Farré está acusado de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género". La acusación está en manos de la fiscal Carolina Carballido Calatayud, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de Pilar, y de la fiscal de San Isidro, Laura Zyseskind.
En tanto, la familia de la víctima será representada como particular damnificada por el abogado Jorge Sandro. La defensa, que fue la que solicitó que el debate sea por jurados, estará encabezada por el abogado Adrián Tenca.
¿Cuáles son las alternativas del jurado?
Ninguna de las partes discutirá la autoría material del femicidio por parte de Farré, que ya quedó comprobada. En cambio, la estrategia de la defensa apuntará a lograr una eventual inimputabilidad o que se defina que Farré actuó bajo un estado de emoción violenta. En tanto, la fiscalía y los representantes de la víctima perseguirán una condena a prisión perpetua.
El crimen ocurrió el 21 de agosto de 2015, cuando Schaefer había ido junto a su abogado a la casa de fin de semana que el matrimonio alquilaba en el country para retirar sus pertenencias, en lo que era una de las diligencias de un conflictivo divorcio.
Según la fiscalía, Farré encerró a su esposa en el vestidor y la atacó con dos cuchillos que previamente había retirado de la cocina. Con ellos la degolló y le provocó un total de 74 lesiones.
Cómo funciona el sistema
El juicio por jurados en territorio bonaerense es opcional: la elección está en manos del acusado y su defensa. Se puede optar por este sistema en todos los delitos que puedan ser penados con más de 15 años de prisión, excepto delitos de corrupción.
Antes del juicio en sí mismo, hay un proceso de selección de los ciudadanos que ejercerán el rol de jurados. En la provincia de Buenos Aires, se elabora un pequeño padrón en base a un sorteo. Para el día del juicio son citados 48 ciudadanos (24 mujeres y 24 hombres) de entre 21 y 75 años.
En esa primera audiencia, se filtra a las personas que tengan impedimentos para ejercer de jurados. Entre otras cosas, no pueden tener vínculos con la víctima, con el imputado ni con el fiscal. No pueden ser abogados ni ejercer cargos públicos por elección popular. Tampoco pueden estar en servicio activo o retirados de las fuerzas de seguridad.
Según la ley bonaerense, el veredicto de culpabilidad exige como mínimo 10 votos, salvo que el delito que se juzga tenga prevista pena de prisión perpetua, en cuyo caso el fallo deberá darse por unanimidad. Es decir, para que Farré sea condenado a perpetua, los 12 jurados deberán encontrarlo culpable.
Si los jurados no llegan a un acuerdo, se debatirá y se volverá a votar hasta tres veces. Si la situación no cambia, el veredicto será de no culpabilidad, salvo que se hubieran obtenido más de ocho votos afirmativos, en cuyo caso el jurado se declarará estancado.
Si eso sucede, el juez le preguntará al fiscal si quiere continuar con el ejercicio de la acusación. En caso negativo, el juez absolverá al acusado, salvo que el particular damnificado sostenga la acusación.
En caso afirmativo, el jurado volverá a deliberar y votar las cuestiones. Si el jurado continuase estancado, se procederá a su disolución, y se dispondrá la realización del juicio con otro jurado, determina la normativa. Si el nuevo jurado también se declarase estancado, el veredicto será de no culpabilidad.