Un centro de Viudez cayó en el área del Sanfrecce Hiroshima, el arquero dio una floja respuesta y el delantero millonario puso el 1-0 con un cabezazo. Con este resultado, el equipo de Gallardo se mete en la final del domingo ante el ganador de Barcelona-Guangzhou Evergrande, que juegan este jueves.
Con ese empuje, River salió decidido a atacar y con una última línea plantada en la mitad de la cancha. El Sanfrecce, totalmente replegado, recién respiró a los 4 minutos, después de un agobio del equipo de Gallardo, que lo intentó por abajo y también con la jugada de pelota parada, con un tiro libre de Sánchez que el arquero Takuto Hayashi rechazó con los puños. Alario se mostró movedizo arriba en un arranque que se pareció más a un entrenamiento que a un partido de semifinales de una competencia que reúne a los mejores de cada continente.
Por eso, River siguió yendo hacia el arco rival y así llegaron dos cabezazos consecutivos de Maidana y Balanta, a los 15 minutos. Pero tanto ir le costó caro, cuando parecía que tenía el partido controlado. El local se animó al contraataque y avisó a los 18 cuando Kashiwa tuvo el gol pero Barovero contuvo el remate. El primer susto para el equipo argentino llegó poco después, a los 26, cuando en un centro frontal Balanta no llegó a cortar, Minagawa recibió en el área y disparó al pecho del arquero, que salió justo para cortar el avance más complicado del Sanfrecce.
Esa situación entusiasmó al conjunto japonés y produjo que la potencia y dominio de River se diluyeran con el correr de los minutos. Chajima desbordó por izquierda, enganchó y sacó el remate cruzado que obligó a Barovero a otra atajada magnífica, a los 33, lo que ya convertía al ex Rafaela, Huracán y Vélez en la figura del partido con tres intervenciones clave. Y el 25 del Sanfrecce volvió a tener el gol a los 39, cuando controló en el área y remató de derecha, a lo que el santafesino reaccionó con una atajada a mano cambiada para mandar la pelota al córner.
En el final, River volvió al ataque para no terminar esa primera etapa con una imagen deslucida. A los 43, dos cabezazos en el área no fueron gol porque la palomita de Sánchez fue interceptada por Takuto, cuando la jugada ya había sido anulada por el offside del uruguayo.
El segundo tiempo comenzó de la misma forma en que comenzó y a los dos minutos lo tuvo el equipo de Gallardo, con un centro paralelo desde la derecha que Sánchez llegó a meter de nuevo en el área para que Mora sacara un remate con la parte externa del pie que se fue por arriba del travesaño. La respuesta del local fue con una jugada por izquierda de Chajima que Mercado cortó antes de que la pelota cayera en el punto penal.
A los 11 minutos, el Muñeco decidió darle mayor importancia al ataque y por eso apostó por el ingreso de Lucho González, que en la previa sonaba como titular, en lugar de Leonardo Ponzio. Siete después, salió Pisculichi, de flojo rendimiento, e ingresó Viudez. Y la primera reacción ante los cambios fue un desborde de Mercado en la derecha que terminó en el centro al primer palo para Lucho González, cuando el arquero japonés salió a cortarlo, a los 19.
El 0-0 marcaba un final inevitable: el alargue y, de mantenerse la paridad, los penales. Pero River no quería eso y despertó en el momento justo. A los 27, Viudez se hizo cargo de un tiro libre, ejecutó el centro al segundo palo, el arquero salió mal para cubrir un cabezazo de Maidana y Alario, el delantero de los goles importantes, aprovechó el rebote para anotar el 1-0 tan esperado.
El gol le dio tranquilidad al equipo argentino y eso provocó que pudiera soltarse. A los 32, Viudez, uno de los aciertos de Gallardo, probó con un remate directo en el tiro libre y provocó que el arquero Takuto Hayashi respondiera con los puños. Y a los 35, Mora volvió a tener el gol en sus pies, cuando lo habilitó Mercado en otra subida por el lateral derecho, y su remate salió cerca del poste. Otro de los uruguayos del plantel, Mayada, fue el último cambio de Gallardo cuando reemplazó a Mercado a los 38.