Tomaron la escuela para que les arreglen el techo
La estructura se vino abajo por un incendio intencional y la reparación no terminó en un año. Gracias al reclamo, les giraron el dinero necesario.
Más de cincuenta padres y alumnos permanecen hace una semana en la Escuela Nº 31 del Barrio Gendarmería de Glew, Almirante Brown, en reclamo del arreglo de los daños que provocaron diversos ladrones, en una serie de robos y ataques vandálicos al edificio. Con esta protesta, consiguieron que se gire el dinero para finalizar la reparación de un techo, que había sido quemado.
Esa estructura, que abarca ocho salas, se derrumbó a raíz del incendio. En consecuencia, los más de dos mil chicos de la institución debieron ser redistribuidos y, hasta antes de la toma, estudiaban en el comedor, el patio y un establecimiento cercano. La Escuela 31 sufrió dos siniestros intencionales –el último la semana pasada – y cuatro robos en diez meses.
De acuerdo al relato de los afectados, la obra de reparación no se terminó en casi un año, bajo el argumento de la falta de fondos. “Si nosotros no luchábamos, en febrero nos iban a decir que, por las condiciones edilicias, nuestros hijos no podían empezar las clases", indicó Blanca Gonseski, una de las madres, a un matutino zonal.
La convivencia de 24 horas con las familias en el colegio modificó la rutina del dictado de clases. La comida que reciben proviene de donaciones de vecinos y comerciantes, que se solidarizan con su reclamo. A pesar del anuncio de reanudación de las obras, los padres dicen que no abandonarán la medida de fuerza hasta que vean a los trabajadores realizando los arreglos.
En tanto, desde el Consejo Escolar de Almirante Brown manifestaron que la refacción, parada desde principios de julio, continuará en los próximos días. Es que el pasado miércoles 17 de octubre, cuando se inició la toma, la dirección provincial de Infraestructura Escolar depositó un pago adeudado a la empresa encargada de la colocación de los techos.
"Además, se van a pintar las paredes para sacar el olor a hollín que quedó tras el incendio. El objetivo es que los chicos vuelvan a clase lo antes posible", indicó Sergio Sanelli, titular del Consejo Escolar. Personal de Salud de la Comuna también visitó el establecimiento, para saber si estaba en condiciones para su utilización.
En cuanto al problema de inseguridad y vandalismo, los padres exigen medidas de protección. El Consejo Escolar indicó que se instalaron alarmas y se solicitó a la Comisaría 7ª de Glew un refuerzo de efectivos en la zona.
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