Son once las sociedades que Clarín abrió en Panamá
La mayoría de ellas fueron creadas en 1979, en pleno auge económico del grupo en la dictadura.
Por Leandro Renou, publicado en Tiempo Argentino
Concretamente, las firmas son Lafone International Corp, Hazel International SA, Harland Investment SA, Tayben Consultants SA, Luarán SA, Rultand SA, e Inmobiliaria Valdivia. Conformadas en su mayoría en el año 1979, en plena dictadura militar y período de mayor expansión económica del grupo (ver aparte), todas ellas están dirigidas por José Aranda y Lucio Pagliaro, más familiares y socios directos. Sin embargo, ellos no las crearon directamente, sino que contrataron distintos buffets de abogados especialistas en paraísos fiscales como pantalla, mismo procedimiento aplicado en las cuatro empresas (AGEA, Semar, Lexsol, Noirland) de Clarín en Panamá que ayer publicó este diario.
En el detalle, José Aranda, vicepresidente del grupo y mano derecha de Magnetto, es director en las siete nuevas sociedades sin declarar de Clarín en Panamá, al igual que Lucio Pagliaro.
En ninguna de las siete nuevas SA aparece Magnetto como director, pero sí otros nombres: por ejemplo, en Luarán SA, figura como director el hermano de José Antonio Aranda, Héctor Mario, que actualmente es gerente general de AGEA, otra de las firmas radicadas en Panamá. Asimismo, es directora de esta firma Noemí Alma Luna de Aranda, que comparte apellido con los dos anteriores y que, no casualmente, está dentro de los nombres y sociedades que denunció el ex banquero del JP Morgan, Hernán Arbizu, y de los que la semana pasada el juez federal Sergio Torres requirió informes a Suiza y organismo nacionales que deberían controlar operaciones de lavado de activos.
Carlos Alberto Di Candia aparece dirigiendo Tayben Consultants junto a Pagliaro y Aranda.
El nombre de Di Candia es un cabo suelto: en distintos documentos de asamblea de accionistas del Grupo Clarín, el personaje en cuestión figura como titular de la Comisión Fiscalizadora de Clarín, dato que incluso puede encontrarse en el apartado de relación con los inversores que presenta la Web del multimedio.
La operatoria de creación de estas once sociedades de Clarín en Panamá no difiere demasiado de las maniobras más comunes de intento de lavado de activos, algunas de las cuales se investigan en otro caso resonante de la actualidad, como el de la investigación que recayó en el empresario patagónico Lázaro Báez y sus posibles nexos en la nación caribeña. Ayer, este diario contó el caso de las primeras cuatro empresas de Clarín en Panamá, AGEA, Semar, Lexsol y Noirland, que tenían como directores a hombres del grupo pero habían sido creadas por empleados del buffet de abogados/gestores de empresas offshore Icaza, González-Ruiz & Alemán. En las siete firmas que se conocen hoy y que la justicia deberá investigar, las gestiones de creación fueron hechas por otro bufete, de prontuarios dudosos.
Clarín contrató para armar estas SA por un lado al estudio Arias, Fabrega & Fabrega, que opera y tiene oficinas en Panamá, Londres, Luxemburgo, Hong Kong, Islas Vírgenes y Belize.
Estas firmas arman la estructura de la compañía a pedido de quien paga y prestan nombres de sus propios ejecutivos para crear las SA.
En este caso, el buffet Arias usó a Roy Carlos During y Cecilio Augusto Castillero como creadores de la SA de Clarín Luarán, por citar sólo un ejemplo. Y lo mismo sucede en otras de las siete empresas, donde estos ciudadanos panameños gestionaron la SA, que es dirigida por Aranda, Pagliaro y compañía. De la misma manera, Castillero es creador de otras 1000 empresas que no pertenecen a Clarín pero que son firmas offshore con otros dueños reales.
Por otra parte, en las firmas Inmobiliaria Valdivia SA y en Rultand SA, ambas con el directorio integrado por Aranda, Pagliaro y De Candia, quienes gestionaron las SA y manejaron ese negocio en nombre de Clarín fueron los panameños Durling y Esteban Bernal, otro empleado del buffet de abogados de Arias, Fabrega & Fabrega.
Otro de los gestores de las firmas del grupo de Magnetto es Gabriel Aurelio Galindo. Él manejó para Clarín la SA Hazel International. Empleado del buffet Arias desde 1966, fue nombrado socio en 1975 y, según su currículum, "la práctica del señor Galindo se centra en servicios offshore, bienes, fideicomisos, fundaciones y corporaciones". Como tres de estas sociedades de Clarín que se publican fueron parte de las 469 empresas denunciadas por Arbizu (AGEA, Semar y Luaran), se espera que surjan datos que allanen el camino tras el pedido de datos a organismos internacionales, ya que si bien hay presunción de delitos, no se pueden confirmar cuáles fueron los fines de la radicación de estas empresas en el exterior por parte de Clarín.
Por qué en Panamá
La decisión de instalar empresas offshore en Panamá por parte del Grupo Clarín no es casual. Ese país del Caribe es uno de los que aparece en la lista de los denominados paraísos fiscales.
Si bien desde hace tiempo la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) viene intentando realizar un acuerdo de intercambio de información financiera con Panamá, ese país se ha negado rotundamente a cumplir con eso. A principios de este año, Panamá negó que se haga un acuerdo con la Argentina y aseguró que "la calificación de Panamá como un paraíso fiscal por parte de la Argentina es errada".
La posición, desde el punto de vista técnico, es justificada por la enorme opacidad de los negocios que se manejan en ese paraíso fiscal.
Panamá tiene actualmente todos sus negocios centrados en el blanqueo de capitales de empresas extranjeras, como es el caso del Grupo Clarín y las once firmas que hoy publica Tiempo Argentino.
"Panamá ya no es un paraíso fiscal", afirmó hace un tiempo el presidente de ese país, Ricardo Martinelli, aduciendo mejoras en los controles políticos del lavado de activos. Lejos de la realidad están esas declaraciones, ya que en Panamá hay millones de empresas hechas para evadir impuestos.
5 de mayo de 2013