Polémica tras la muerte de Winner

"Los Zoo están fuera de época, no deberían existir"

El Doctor Romero pide "que no se creen nuevos zoológicos" y dispara contra los que existen en el Conurbano. "Los chicos pueden ver osos polares en documentales", dijo a 24CON.

Por Leticia Leibelt

El triste final de Winner, el oso polar del Zoo de Buenos Aires, disparó entre los argentinos una pregunta que, quizás, debió haber sido formulada hace tiempo, sin tener que lamentar antes la muerte de un animal: ¿Son los zoológicos una forma de entretenimiento válida en el Siglo XXI? Desde que se conoció la noticia, las redes sociales se llenaron de quejas que apuntaban contra los encargados de cuidar al oso y, sobre todo, planteaban una sentencia extrema y clara: “Que cierren los zoo”.


Para el doctor Juan Enrique Romero, esta última es la cuestión de fondo. El popular veterinario, reconocido sobre todo por su programa “Pórtese bien, sea animal” de Crónica TV, fue director del parque porteño durante los años ’80 y, ahora, su conclusión es contundente: “Mi respuesta es que los zoológicos no deberían existir. Son el capricho de alguna señora rica de la década del ’90. De mi experiencia personal me llevé que los zoo, hoy en día, son como el acné en una persona de 50 años: están fuera de época”, sentenció en diálogo con 24CON.


En este sentido, el especialista cree que el tema no debería centrarse en los colegas que trabajan con las especies en cautiverio, sino en la forma obsoleta de concebir a estas instituciones.  “No tengo investigado cuál es la forma de adjudicación del Zoo de Buenos Aires, pero mi idea de un zoológico es otra”, señaló.


Y remarcó que, sin embargo, actualmente el parque “tiene los mejores veterinarios y hay investigación de por medio. Escuché decir tonterías: el doctor Miguel Rivolta – director de Bienestar Animal – es una excelente persona y un profesional de primer nivel. El recinto del oso polar es una copia del que hay en Chicago, con 145 mil litros de agua que son suficientes para que el animal nade”,  explicó.


“Durante más de 80 años, los osos vivieron y sobrevivieron en el Zoo en condiciones inmundas, con nada más que un ventilador y un chorrito de agua. Desde 1993 hasta ahora, su lugar es comparable con cualquier recinto del mundo”, aclaró el Doctor Romero.


Por eso, atribuye la muerte de Winner a “una confluencia de factores” que se puede repetir en cualquier zoológico de la actualidad. “Tenían un animal ya de por sí nervioso por su condición de cautiverio, la pirotecnia aumentó su estrés, los sedantes que le pudieron haber dado causan más efectos paradojales, y todo con temperaturas extremísimas: a mí me consultaron porque hasta los perros tuvieron golpes de calor”, detalló.


“La muerte es irreparable y sólo se podría haber evitado si no había un zoológico con un animal encerrado. Ahora las autoridades del Zoo de Mendoza salen a decir que su oso polar (Arturo) tiene aire acondicionado. Sí, pero en un recinto de cuatro por cuatro. Tiene 30 años y va a morir pronto. No me interesa que sea el último oso de su especie en el país. Los chicos pueden ver osos polares en documentales de televisión o Internet, hoy hay otras posibilidades”, reflexionó.


“La solución es que no se creen nuevos zoológicos”, reiteró Romero. “Pero, en vez de hacer eso, hace diez años se abrió Temaikén”, dijo, y aprovechó para cargar contra el deplorable estado en que se encuentran varios establecimientos  de la Provincia de Buenos Aires y todo el país: “En el de Florencio Varela murió una cuidadora de 19 años; en el de Luján, la gente puede tocar a los leones, trasgrediendo todas las leyes vigentes,  y a nadie le preocupa hasta que se muera alguien; el de San Antonio de Areco está en condiciones terribles; el de Mendoza tiene 36 leones en un foso, que parece el Coliseo romano”.


Por último, el veterinario calificó como “absolutamente repudiables” las manifestaciones de activistas que se dieron frente al Zoo porteño, en las que “les gritaban ‘asesinos’ a los nenes que entraban”.


“La violencia contra los chicos no tiene razón de ser, este es un tema de adultos. No creo que exista mala gente que quiere ver mal a los animales. Creo que hay que cambiar como sociedad y repensar el rol del zoológico, adaptar los recintos para reducir los riesgos y, finalmente, que suceda lo mismo que sucedió con los circos que usaban animales silvestres, que hoy están prácticamente extinguidos”, auguró.

 

28 de diciembre de 2012

 

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