Ayudó a un herido y lo detuvieron por homicidio

El 29 de septiembre pasado, tras el partido entre Almirante Brown y Aldosivi, se produjeron serios incidentes entre las barras en los alrededores del barrio 20 de Junio, en Isidro Casanova.

En ese marco, el remisero Lucas Toledo estaba en su casa con su mujer y la pequeña hija, de un mes de vida, cuando vecinos fueron a buscarlo pidiéndole que llevara en su auto a un chico gravemente herido al hospital.

Así lo hizo. Pero al regresar, la policía lo detuvo sin demasiadas explicaciones, dando inicio a una absurda y dramática pesadilla, porque el muchacho de 27 años quedó imputado por tentativa de homicidio, y fue encerrado en la cárcel de Magdalena. Su familia denuncia que la policía le armó la causa y que la justicia ignora los testimonios que acreditan su inocencia.

Andrés Toledo, hermano del remisero, encabezó ayer junto a su cuñada Noelia una marcha en el centro de San Justo, donde se ubican los tribunales de La Matanza, afirmando que “la causa es un verdadero esperpento, lo tienen alojado en una penitenciaria porque se les ocurre, simplemente para llenar un legajo y mostrar que hicieron algo después de los disturbios”, agregando que “Lucas es un pibe trabajador, de familia y muy creyente, que se la pasa arriba del auto y ahora tiene miedo, sufre un maltrato total, con secuelas psicológicas gravísimas, lo tratan como si fuera el Gordo Valor”, según publicó Diario Popular.

Todo ocurrió en el cruce de la Ruta 3 con la calle León Gallo. “Siempre le digo a mi hermano que se vaya de ese barrio, que es escenario de problemas cada vez que juega Almirante Brown, porque ahí paran los micros de los visitantes. Se arman emboscadas todo el tiempo. Un desastre. Ese día, el estaba en su casa tomando mate con la familia, alrededor de las 16, esperando su turno para arrancar con el remís. Escucha que hay mucho lío, y temió que le hicieran algo a su auto, que estaba estacionado en la vereda. Por eso salió a ver, pero se encuentra con unos vecinos que traían a un chico que había sido golpeado, con lesiones en el cráneo. Le piden que por favor lo lleve en el auto al Hospital Paroissien, y mi hermano lo llevó sin problemas”, contó Andrés.

Lucas trasladó al joven herido, que había sido atacado por una patota de Aldosivi. “Al pibe lo dejaron internado. Mi hermano se quedó un rato con la familia, y volvió a su casa con un hermano del muchacho. Apenas estaciona el auto, lo encaran policías y le dicen que tenía que declarar en la comisaría. Mi hermano les dijo que no había visto nada de los incidentes, pero se lo llevaron. Quedó demorado e incomunicado. A las 19 llegué a la seccional sexta, pero recién a las 21 nos dijeron que estaba imputado de tentativa de homicidio. Un delirio. Primero lo llevaron a la comisaría del Mercado Central y finalmente al penal de Magdalena”, explicó Andrés.

“En la causa que elevaron los policías, se lo acusa a Lucas de hacer disparos desde su auto. Una aberración. Igual, las pericias demostraron que no hay pólvora ni vainas en el auto. Los mismos vecinos que mi hermano ayudó contaron todo. Pero el fiscal no quiere recibirnos y el juez tampoco. No les importa...”, cerró Andrés.


12 de octubre de 2012

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