"Escracharon" el delantal de una nena porque sus papás no pagan la cuota
Un directivo del colegio engrampó una factura en la ropa de la chiquita de 3 años. Indignada, una mujer la vio y le sacó una foto. El lugar fue clausurado.
Funcionarios municipales de la Dirección General de Inspecciones y Defensa del Consumidor clausuraron el jardín de infantes “Crear”, ubicado en barrio Intersindical de la ciudad de Salta. La institución quedó en el centro de la polémica luego de que uno de sus directivos le abrochara a una nena de 3 años, en su delantal, una notificación para los padres por sus cuotas impagas.
Al finalizar el día de clases, la chiquita fue retirada del pre-jardín por un hermano mayor, y ambos subieron a un colectivo para regresar a su casa. Allí, una pasajera se sorprendió al ver que en el delantal de la niña había sido engrampada una factura por 150 pesos, en la que se consignaba que los padres debían la cuota escolar.
Indignada por la humillación a la que sometieron a la pequeña, la mujer tomó su teléfono celular y le sacó una foto, que luego hizo circular por Facebook.
“La nenita subió al colectivo y se sentó enfrente mío. Me llamó la atención el cartel. Me pareció tan mala forma de notificar a los padres, de exponer a una criatura… por eso le saqué una foto”, contó Violeta a la televisión de Salta.
El hecho provocó rechazos de diferentes sectores de la capital provincial, que manifestaron su indignación a través de las redes sociales, como así también la defensa de algunos padres que expresaron su malestar por la situación, según informó el diario local El Tribuno.
A raíz de las quejas, en el edificio de la calle Joaquín V. González 2.928, donde funcionan salitas de 2, 3 y 4 años, se presentaron responsables de la subsecretaria de Defensa del Consumidor, de Control Comercial y un inspector, para verificar los papeles de habilitación y las instalaciones.
En un primer momento, la directora del jardín, Carolina Teruel, los atendió y les dijo que esperaran afuera del edificio. Pero la espera se prolongó por una hora y diez minutos.
Así, los funcionarios salteños llamaron a la Policía, que hizo llegar al lugar un móvil con dos oficiales. Fue en ese momento que la madre de un alumno salió a defender a los gritos a la institución. Lo cierto es que, luego de la inspección, el jardín fue clausurado.
La Subsecretaria de Defensa del Consumidor de esa ciudad, María Pía Saravia, afirmó que el lugar “no va a seguir funcionando hasta que no presenten su descargo en el juzgado de faltas donde fue labrada el acta de infracción. En el caso de que realmente a la niña le hayan puesto ese cartel, eso se llama trato indigno”, destacó.
Por otra parte, la Secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Salta, Gisella Ivana Moreno, afirmó que las denuncias por "trato indigno" fueron las que motivaron la inspección municipal. Sin embargo, la clausura del establecimiento se produjo por otras circunstancias: según informaron, cuando los inspectores fueron al jardín, constataron que carecía de habilitación municipal “y/o permiso transitorio para funcionar”.
Al finalizar el día de clases, la chiquita fue retirada del pre-jardín por un hermano mayor, y ambos subieron a un colectivo para regresar a su casa. Allí, una pasajera se sorprendió al ver que en el delantal de la niña había sido engrampada una factura por 150 pesos, en la que se consignaba que los padres debían la cuota escolar.
Indignada por la humillación a la que sometieron a la pequeña, la mujer tomó su teléfono celular y le sacó una foto, que luego hizo circular por Facebook.
“La nenita subió al colectivo y se sentó enfrente mío. Me llamó la atención el cartel. Me pareció tan mala forma de notificar a los padres, de exponer a una criatura… por eso le saqué una foto”, contó Violeta a la televisión de Salta.
El hecho provocó rechazos de diferentes sectores de la capital provincial, que manifestaron su indignación a través de las redes sociales, como así también la defensa de algunos padres que expresaron su malestar por la situación, según informó el diario local El Tribuno.
A raíz de las quejas, en el edificio de la calle Joaquín V. González 2.928, donde funcionan salitas de 2, 3 y 4 años, se presentaron responsables de la subsecretaria de Defensa del Consumidor, de Control Comercial y un inspector, para verificar los papeles de habilitación y las instalaciones.
En un primer momento, la directora del jardín, Carolina Teruel, los atendió y les dijo que esperaran afuera del edificio. Pero la espera se prolongó por una hora y diez minutos.
Así, los funcionarios salteños llamaron a la Policía, que hizo llegar al lugar un móvil con dos oficiales. Fue en ese momento que la madre de un alumno salió a defender a los gritos a la institución. Lo cierto es que, luego de la inspección, el jardín fue clausurado.
La Subsecretaria de Defensa del Consumidor de esa ciudad, María Pía Saravia, afirmó que el lugar “no va a seguir funcionando hasta que no presenten su descargo en el juzgado de faltas donde fue labrada el acta de infracción. En el caso de que realmente a la niña le hayan puesto ese cartel, eso se llama trato indigno”, destacó.
Por otra parte, la Secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Salta, Gisella Ivana Moreno, afirmó que las denuncias por "trato indigno" fueron las que motivaron la inspección municipal. Sin embargo, la clausura del establecimiento se produjo por otras circunstancias: según informaron, cuando los inspectores fueron al jardín, constataron que carecía de habilitación municipal “y/o permiso transitorio para funcionar”.