El 24 de junio es un día con muchos nacimientos de relevancia para la Argentina y, particularmente, para el deporte nacional y también internacional. En 1911 nacieron el multi-campeón de Fórmula Uno, Juan Manuel Fangio, y el gran escritor Ernesto Sábato.
Asimismo, un 24 de junio nacieron Juan Román Riquelme y Lionel Messi (1978 y 1987 respectivamente). El boxeo también celebra en este día el nacimiento del eterno campeón Jack Dempsey.
Sin embrago, el día en que el pueblo Mapuche celebra su Año Nuevo, es un día de luto para gran parte de los argentinos. No por la muerte en alta mar del primero en fundar Buenos Aires, Pedro de Mendoza. Siquiera el deceso del Zorsal Criollo, Carlos Gardel, alcanza para vestir de negro a este día. Pero sí lo es el trágico fallecimiento del cuartetero más federal: Rodrigo Alejandro Bueno.
Rodrigo hizo bailar y enamoró a todas las mujeres con su cuarteto, carisma, humildad y tonada cordobesa. Mientras que su actitud de "atorrante" despreocupado y su pasión por la cerveza lo hizo popular también entre los muchachos.
La Mona Jiménez hizo popular en todo el país la música que hasta su llegada era propiedad casi exclusiva de los cordobeses. En tanto, el Potro llevó al cuarteto a niveles de popularidad insospechados en todo el país. Chicos, grandes, ricos, pobres, hombres, mujeres, héteros, gays… No hubo quien no haya bailado (y no baile) al ritmo de su cuarteto.
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Acérrimo hincha de Belgrano de Córdoba, el Ro adquirió el máximo de popularidad justo antes de su inesperado y tan llorado final. Su disco "Rodrigo a 2000" fue un éxito tan rotundo que lo obligó a romper el récord de conciertos en el mítico estadio Luna Park, con un total de 13 presentaciones.
Luego de conocer a su ídolo, Diego Maradona, y darse el gusto de jugar un partido a su lado; Rodrigo encaró los últimos días de su vida. El 23 de junio, el cuartetero participó del programa conducido por otro fallecido, Jorge Guinzburg, junto con el periodista deportivo Ignacio Goano. Justamente Nacho fue quien le realizó la última entrevista a Rodrigo, horas más tarde, durante su recital en la disco Escándalo, de City Bell, para el programa El Rayo.
A la vuelta del concierto, Rodrigo, su mujer, su hijo y Fernando Olmedo (hijo del gran humorista a quien había conocido apenas unas horas antes) viajaban en la Ford Explorer del cantante por la autopista Bs. As. – La Plata, la altura del partido de Berazategui.
Allí mismo, en una maniobra que al día de hoy no quedó muy clara, su camioneta se despista y el accidente le cuesta la vida al Potro y a Olmedo, mientras que los demás acompañantes no sufrieron graves heridas.
En el lugar de su muerte se realizó un santuario. A su velorio concurrieron miles de personas que incluían a personajes como Diego Maradona y Susana Giménez. Diez años se cumplieron de aquel trágico 24 de junio y su música aún no dejó de sonar en boliches y fiestas; y nunca dejará de sonar en el corazón de los argentinos.