EMPLEO: Piedra libre para los desocupados
La economía hizo sonar el timbre de la crisis y se acabó el recreo político. El espectro del desempleo se volvió una presencia en los salones del gobierno y corrió un frío por la espalda de la sociedad. Si bien la tasa bajó 0,2 puntos el último cuatrimestre de 2008 respecto al de 2007 (de 7,5 a 7,3), según datos del INDEC, para este año 2009 se esperaba una mala nota.
“Las expectativas prevén una disminución del empleo”, y los sectores más golpeados “serán los ligados a la industria automotriz”, explicó Enrique Dentice, economista senior EeyN UNSAM. De hecho se espera que la tasa aumente 2,32%, alcanzando 9,88%. Esto implica que 363.900 personas pasarían a la categoría de desocupadas, tal como lo indicaron las proyecciones que brindó el Índice Laboral de América Latina (ILAM).
En lo que va de este año el empleo viene zafando del examen: “El primer trimestre no puede evaluarse aún, pues tuvo una situación donde las vacaciones, las suspensiones y las horas de trabajo disminuidas, no permiten medir cual es el impacto”, manifiesta Dentice.
Pero el gobierno no podía esperar al día de la (e)lección, así que tuvo que afilar el lápiz y practicar “planes de apoyo, pagando sueldos y aplicando frenos a los despidos en las grandes terminales, vía Ministerio de Trabajo”.
NIVEL DE INGRESO: A cuenta gotas
“El ingreso es bajo, de hecho, la inflación erosionó más a los salarios no registrados que a los registrados”, expresó el economista respecto al nivel de los sueldos. El bolsillo se vuelve a romper por el mismo lugar: los trabajadores menos calificados, que suelen ser los que están “en negro” y de menores recursos.
Respecto a quienes están “en blanco”, hay que considerar que cuando las ganancias se congelan las empresas mejoran los salarios del personal clave (aquellos que consideran esenciales y no quieren perder) y el resto del plantel recibe por embudo el incremento.
Mientras, en la carrera entre la inflación y el salario, este “se ajusta 5 puntos por encima del índice oficial estimado y luego depende de las negociaciones particulares a cada gremio”, explica. Y a pesar de las pujas de docentes, médicos y judiciales en todo el conurbano “el sector que mas ha perdido es sin dudas el público”, agrega.
Por su parte, el gobierno y las empresas piensan agregar la misma cantidad de billetes.
El secretario de Seguridad Social, Walter Arrighi, dejo trascender que 15% sería el tope de suba salarial para este año, lejos del 25,2% promedio de 2008, según el INDEC. Las empresas dibujan un número similar en sus presupuestos: en las firmas de tamaño medio los aumentos previstos empiezan en 12% para el campo y la construcción y 15% en el automotriz, sectores de consumo masivo y los vinculados al entretenimiento, según un sondeo realizado por la consultora Mercer.
PAGO DE SERVICIOS: Romper el chanchito cada mes
Los servicios son el dedo que juega y descose aún más el bolsillo roto. El año pasado ninguno quedó afuera: el agua y el gas dieron el puntapié y los siguió la luz con un incremento de entre el 100 y el 375 por ciento, mientras el transporte subió hasta un 25%.
Según detalla Dentice, “los aumentos están impactando en todos los segmentos con intensidades distintas. En los de mayor ingreso los pesos relativos de educación y salud son más fuertes”. Sin embargo, el del servicio de comunicación para los sectores donde no hay tendido de línea (habitualmente carenciadas) “es más grande pero se nota menos”, ya que terminan utilizando telefonía móvil y “las cargas de créditos son de 10 o 15 pesos, pero en la cuenta final suma mas que un abono de línea de tierra”.
Los privados también siguen la tendencia: la medicina prepaga aumentaría un 10% más este año, mientras que en los colegios privados oscilará entre el 8 y el 14% y algunos llegarían al 24% que marca el incremento del salario docente. En tanto la TV por cable sube también un 10%.
AHORRO Y DÓLAR: Verde tentación bajo el colchón
Cuando la plata se va con la marea bajante y cuando sube no regresa, nadie hace más ofrendas al mar económico. Así, “hay un nivel de ahorro en la economía que no se traduce en inversiones de larga maduración o en nuevas empresas, en aguardo de señales distintas en cuanto a la crisis”.
Recorte de gastos y ahorro que otra vez se viste de verde y hace sábana bajo el colchón cortando la circulación. La pregunta que surge es por qué se sigue creyendo en el dólar como reserva de valor aún cuando Estados Unidos está en crisis y hay un impulso a emitir moneda: “El agente económico argentino ve en el dólar un respaldo de reserva de valor que no tiene, pero el lo siente así”, analiza Dentice. Esto actúa también “en la memoria colectiva y por ello esta el ajuste de precios ´por las dudas´”, añade. Es decir la inflación automática e incontrolable en productos que no tienen relación directa con el dólar o el comercio exterior, compras un alfajor y sale 25 centavos más caro que ayer, el kiosquero dice ´y, subió el dólar´.
En tanto, el agro y el sector industrial pujan por un tipo de cambio más rentable a sus exportaciones e idealizan el dólar a 4,50 pesos. Pero esto podría afectar a la economía doméstica ya que “todo ajuste del tipo de cambio, genera una redistribución de riqueza con signo inverso para los sectores de ingresos fijos”, explica el economista, y esta medida “no resulta ser la única variable para que los segmentos exportadores tengan rentabilidad, es la manera mas simple, pero no la única ni la mejor”.
ACCIONES PARA PALIAR LA CRISIS: Incertidumbre sobre la política económica
La reunión del G-20 cerró con bombos y platillos, y dejo un interrogante: en medio de las reuniones internacionales, cuál es la línea de acción que está tomando el gobierno para superar la crisis. Según opina Dentice, “nuestra presencia en estos foros es más bien testimonial y las medidas que se adoptan en lo interno tienen relevancia en forma puntual con el plan de obras publicas, por la horizontalidad que tiene para distintas actividades. Pero no puede solo con estas medidas de consumo y obras, conjurar la caída de la demanda externa”.