Un rápido (y agobiante) 2008
El año pasado se perfiló para cubrir una agenda institucional postergada y una demanda de bienes y servicios, que -decían los analistas- debía encontrar un límite, pues se hallaba recalentada y requería de un freno en la puja distributiva.
La inflación progresiva y confrontación entre los índices oficiales y alternativos “alimentó la desconfianza de los consumidores y la huida del peso a los bienes", analiza el economista Enrique Déntice. También alentó la salida de divisas persistente”, detalla Dentice. Así se rumoreó entre los gráficos “una economía recalentada” y la solución era para algunos “moderar su tasa de crecimiento”.
Las expectativas y los números se fueron en picada cuando con el conflicto del campo y “la reconstitución de las mismas se convirtió en prioridad, pero la crisis internacional frustró la mayoría de las medidas”.
Además, los precios de los productos primarios de exportación (soja, maíz ,trigo y petróleo) “cayeron y junto a con una apreciación del dólar estadounidense, aumentaron la fuga de capitales que llegó a acumular entre enero 2007 a diciembre de 2008 u$s 31.978 millones”.
Desde la óptica de la economía real, venía creciendo en 2006: 8,5%, 2007: 8,7% y 2008 terminó con 7,1% de acuerdo a los datos que brinda el EMAE. “Los indicadores de ventas en supermercados y centros de compras mostraron el descenso de sus ventas".
Por su parte, la producción de manufacturas “se contrajo por sobre los últimos dos meses de 2008” y viene achicando sus márgenes en el 2009 . Dentice explica que “si se observa una caída de liquidez con goteo de divisas y aumento de precios, el marco de incertidumbre provoca un amesetamiento en la industria dirigida a sustituir importaciones y en simultáneo con las que tienen capacidad de exportar ya que ven reducidas su demanda externa por efecto de la caída de crecimiento de la economía mundial”.
Frente a una síntesis que casi no deja espacios para operar el Gobierno recurrió a “la salida de manual aplicando medidas anticíclicas, con políticas monetarias y fiscales expansivas manteniendo el consumo”, dice el economista.
Así apuntan en un primer lugar a:
- Compensar la caída del ingreso fiscal por el comercio externo con la re estatización del sistema de seguridad social.
- Mantener el nivel de empleo por medio de la regularización del trabajo registrado, moratoria para pago a la seguridad social y reducción de contribución patronal en las Pymes que generen nuevos empleos
- Mantener el nivel de consumo y de actividad de la mano del plan de obras públicas, de créditos a distintos fines y de la eliminación de la tablita de Machinea.
“Estos instrumentos, tienden a revertir expectativas que no agudicen la situación y con ello evitar la caída de consumo en un periodo donde no se percibe la creación de empleo; es más, hay amenazas de pérdida de los trabajos creados en el período 2003 – 2007”, concluye Dentice.
Lo concreto que se pude anticipar es “que el primer trimestre de 2009, no pinta promisorio, más bien podemos usar la figura de un estancamiento para describir el escenario inmediato”.