Posse denunció sin pruebas y tuvo que dar marcha atrás
El intendente de San Isidro declaró ante el fiscal Di Lello por supuestos manejos irregulares durante las últimas elecciones. Pero no pudo sostener sus dichos. No es la primera vez que queda mal parado.
Una vez más, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, pasó un papelón ante la Justicia, al tener que desdecir su denuncia pública por supuestas irregularidades durante el balotaje.
Posse había dicho públicamente que existieron cargas irregulares de datos por parte del Correo Argentino en las últimas elecciones y el fiscal federal con competencia electoral Jorge Di Lello, abrió una investigación preliminar a raíz de sus declaraciones. Pero el jefe comunal no pudo sostener sus dichos y aclaró ante en Tribunales que no contaba con elementos probatorios.
Citado a declarar por el fiscal Di Lello, Posse tuvo que dar marcha atrás: aclaró que había hecho una evaluación política del balotaje ya que le llamaba la atención que en las elecciones del pasado 25 de octubre hubo más votos en blanco que en la segunda vuelta, pero no aclaró que no contaba con elementos probatorios.
El intendente de San Isidro ya tiene antecedentes sobre papelones ante la Justicia. En 2014, fue citado a declarar por el juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata, Luis Arias,tras haber dicho que hubo 360 muertos en la inundación trágica que vivió esa ciudad en 2013.
Sus dichos formaron parte del discurso de apertura de sesiones del Concejo Deliberante local, y entre abril y mayo del año pasado recibió varias citaciones y pedidos de informes, a los que nunca respondió. Incluso, desde la Justicia se barajó la posibilidad de llamarlo a prestar declaración por la fuerza, dada su responsabilidad de funcionario público.
“La cifra oficial por ahora es de 89. Los que estamos en política y sabemos de qué se trata esto tenemos información; la información que nos dan es que murieron 360”, había dicho Posse en 2014 para sorpresa de los concejales presentes.