Todos conocemos este barrio, lindante con San Isidro, como Villa Hidalgo, nombre que lleva la sociedad de fomento de la zona, y que comúnmente lo identifica , catastralmente está nombrado como Eugenio de Necochea.
Los vecinos que se fueron afincando en el lugar desarrollaron actividades de quinteros. otros establecieron sus casas como domicilio, se instalaron comercios e industrias.
Marcó siempre un crecimiento pujante afectado por los asentamientos irregulares y la falta de una obra hidráulica de envergadura que saque el agua de las calles y de las casas.
La falta de una canalización, y de red de desagües pluviales, hace que las lluvias aneguen las calles. Esta circunstancia es mas grave en la zona donde el zanjón Madero corre a cielo abierto, si bien se esta trabajando para entubarlo los vecinos tiene temor a dejar sus casas a merced de una imprevista tormenta que les arruine lo que poseen.
La terminación de esta obra, con un retraso de quince años en su ejecución completa, posiblemente venga a anunciar el gobernador que ya le puso el nombre “la más importante del bicentenario”.
Con todo el respeto que merece la preocupación de Daniel Scioli los emprendedores que hicieron y hacen en Villa Hidalgo – nombre que a veces hace pensar que es un asentamiento – son parte de la Argentina que trabaja, estudia, crea medios de producción, comercia, edifican hogares dignos, empujan hacia delante aunque tengan que padecer que “cuando lleven cuatro gotas” las casas se inunden.
18 de febrero de 2010