Vandalismo, hurtos e ideología en San Martín

Extendidos en el tiempo los actos que viene afectando los monumentos públicos en el partido, circunstancia que ocurre en otras ciudades, merecen una consideración por la diferente valoración que se da a algunos de estos hechos.

El último en conocerse, en ocasión de conmemorarse la fecha del asesinato de José Luís Cabezas, fue la desaparición del busto de Mariano Moreno y la placa conmemorativa del “día de la memoria” de la plazoleta del boulevard 25 de mayo entre las calles Moreno y Lincoln.

En esa oportunidad se leyó una nota dirigida a un semanario local, que diera la noticia, por el ex concejal Andrés Alonso – autor de la Ordenanza para recordar el 24 de marzo de 1976 – el que calificaba la desaparición del hito de ese día con un sentido ideológico.
Quedó, como en todos los casos, la base de la placa y un jacarandá plantado por el mismo motivo.

Este Boulevard que se extiende desde La Crujía a Perdriel en el tramo hasta  Presidente Perón (antes 3 de febrero), fue durante años conocido como “paseo de las Américas”,  cada cuadra estaba dedicada a una nación hermana.

Las placas, mástiles, banderas,  fueron desapareciendo, el sentido integrador que se pretendía de estos jardines quedó en el olvido. Mejor trato tuvo la de Camila y Ladislao, realizada en cerámica, al no tener valor de reventa no fue hurtada.

Subsiste en la esquina de Perón el busto de José Ignacio Rucci, colocado por la UOM, no tuvo suerte el del dirigente de Luz y Fuerza, Oscar Smith que estaba en la esquina de Rivadavia.

Se conservan los bustos de, precisamente, Rivadavia, Mitre, Belgrano, Yrigoyen y las placas de Smith. Mitre tenia otro monumento en la plaza de su nombre en Chilaver, desapareció junto a uno de Eva Perón. La estatua ecuestre del General San Martín, en la plaza central, es bombardeada a graffiti en su base.

En la plaza Kennedy a más del busto desaparecieron las banderas de todos los países americanos que se izaban en el conjunto del monumento. Los pillos autores de los hurtos tienen como objetivo su venta a chatarreros, o directamente a fundiciones de bronce. Con un simple procedimiento industrial se transforman en lingotes que hasta pueden ser exportados.

Los graffiti en las plazas públicas, la suciedad acumulada con residuos a un grado extremo, lleva a las autoridades a rodearlas con rejas de protección. Pero todo aquello medianamente abierto a la mano de los vándalos y ladrones corre peligro.

Un caso para comentar es el de la plaza Roca en Ballester. Íntegramente recuperada en 2009 tiene un placero que todas las mañanas se encarga de repintar lo que ensuciaron en la noche.

 

29 de enero de 2010