General Rodríguez

Tuvo que renunciar porque le secuestró la camioneta al amigo de un funcionario

El ex director de Tránsito fue amenazado por el dueño del vehículo, allegado al Secretario de Obras Públicas. "Decían que me iban a quebrar todos los huesos y romperme la casa", denunció.

A poco más de tres meses de asumir, el director de Tránsito de General Rodríguez, Carlos Briuoli, renunció a su cargo por una serie de amenazas y presiones políticas. Insólitamente, el problema se desencadenó cuando el funcionario intentaba cumplir con su trabajo, al secuestrar una camioneta que no contaba con la documentación necesaria para circular.

El pasado 9 de octubre, durante un operativo de control en la calle Bernardo de Irigoyen, Briuoli y sus inspectores pararon una Ford 350, cuyo conductor no contaba con licencia ni VTV, por lo que se le informó que el vehículo iba a ser retenido. “Este joven empezó a tener comunicaciones telefónicas y la situación se hizo difícil, porque el tono iba creciendo. Para salvaguardar la integridad física de los inspectores, convocamos a la fuerza pública”, relató el funcionario, en declaraciones radiales reproducidas por el Diario Acción.
Carlos Briuoli, ex director de Tránsito y ahora denunciante.

“Hace 70 días, el intendente Juan Pablo Anghileri me convocó para un trabajo difícil, corregir situaciones con los vehículos, porque consideraba que yo era la persona idónea por mi honestidad. Yo le había solicitado hace 10 días el permiso para ubicar los coches secuestrados en el Corralón Municipal, porque el galpón (que se usaba hasta ese momento) estaba abarrotado”, explicó.

Así, Briuoli y sus empleados se dirigieron con la camioneta retenida y un móvil policial hacia el corralón. Pero, al ingresar al lugar, se encontraron con el secretario de Obras Públicas local, Héctor “Pichi” Graña, y su “segundo”. Fue éste quien les dijo que no iban a dejar entrar al vehículo, porque la parte del predio en donde querían ubicarlo pertenecía a Graña.  

Sin embargo, según supo después el director de Tránsito, el verdadero motivo de la negativa era otro. “El dueño de esa camioneta es íntimo amigo de Graña, y él no iba a permitir que el vehículo quedara allí. Lo tomaron como un problema personal”, aseguró.

De acuerdo al relato de Briuoli, el propietario de la Ford 350 – que no era el conductor, pero que había llegado al lugar – “me descalificó y amenazó. Blandió la bandera de la militancia, lo convirtió en un conflicto político y partidario. Los gritos eran impresionantes y las amenazas también: decían que me iban a quebrar todos los huesos y a romperme la casa.Pedí más refuerzo policial y llegó otro móvil y una moto”, sostuvo.

El funcionario de Tránsito se comunicó entonces con su superior, el secretario de Seguridad, Sergio Fernández, quien le ordenó que trasladaran el vehículo a la Comisaría Primera. La caravana compuesta por la camioneta secuestrada, la de Tránsito, dos patrulleros y una moto de la policía atravesaron media ciudad, en medio de un griterío que llamó la atención de todos los vecinos que se encontraban en la calle.
 
Héctor "Pichi" Graña, el acusado.

“Durante todo el trayecto hasta la seccional, el dueño de la Ford fue lanzando blasfemias hacia mí y hacia mi familia, sacado de sí, con furia asesina. Si, en el corralón, forzábamos la situación con la policía, hubiera sido una masacre, porque él y Graña estaban en una actitud muy violenta y decididos a todo”, destacó Briuoli.

Para peor, una vez que llegaron a la comisaría, el propietario de la camioneta se resistió a que le colocaran las fajas de “secuestrado”, por lo que intentó fugarse con el vehículo, hasta ser perseguido y retenido por efectivos policiales. Mientras tanto, las amenazas e insultos se repetían.

El escándalo provocó que, al día siguiente, su jefe Fernández le hiciera saber a Briuoli que “lo mejor” sería que presentara su renuncia, lo que finalmente él concretó.

"El apoyo político no fue para mi y cada uno sacara sus conclusiones. No voy a estar en un lugar donde ya no me quieren. Sabía que era una pelea dura y que esto podía llegar a plantearse. Ahora el intendente Anghileri tendrá un batalla ganada y un estorbo menos en la calle", manifestó el ahora ex funcionario.

Según consigna el mencionado diario local, en una reunión de gabinete,  Anghileri dejó en claro que "el único que tiene el cargo asegurado acá es Pichi Graña". Además de ser Secretario de Obras Públicas, su hijo, Gonzalo Graña, es el presidente del Concejo Deliberante de General Rodríguez.   

 

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