“El próximo gobierno surgirá de una fuerza que estará integrada por el peronismo y algunos partidos aliados”, sentenció durante la reunión que mantuvo ayer en La Plata con los senadores y diputados provinciales que componen el bloque de Unión Pro.
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En ese sentido aseguró que “si los números le siguen dando como hasta ahora, seguramente Kirchner (Néstor) suspenderá la aplicación de la reforma porque pierde en las primarias. Entonces, seguramente podremos reeditar un frente electoral ampliado al que ganó la Provincia de Buenos Aires el año pasado”, sostuvo De Narváez.
De la reunión participaron todos los legisladores de su corriente, Unión Celeste y Blanca, de Pro y los felipistas del Peronismo Federal que aún se mantienen dentro del bloque unificado.
Si bien todos lo hicieron con el mismo sentido, escuchar a quien puede ser candidato a presidente en las próximas elecciones si se lo habilita la Corte Suprema de la Nación, la diferencia radicaba las intenciones con que lo hacían. Mientras que para los propios era ratificar la idea que ya tienen sobre el norte de su proyecto, para los machistas era una nueva oportunidad para escuchar de su propia boca si iba a abandonar la alianza con el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri y, para los felipistas, si deslizaba alguna crítica para su jefe político, actual titular de la bancada de diputados nacionales del peronismo disidente.
Dos de las fuentes consultadas calificaron la reunión de “amena, donde se expuso una especie de agenda legislativa, con los temas que tenemos en carpeta para tratar en el inicio de las sesiones ordinarias y en la que también se habló, poco, de política”. Ese poco fue lo que se informó párrafos arriba.
El mayor escollo que se le presenta al diputado candidato es la desconfianza que ha sabido cosechar por parte de sus principales aliados. Primero fue Eduardo Duhalde quien se sintió traicionado porque luego de aportarle dirigentes y estructura lo dejó sin posibilidad de colocar a ninguna persona de su confianza en las listas de 2009; luego fueron Solá y Macri los que sintieron las sucesivas decisiones políticas como descortesías para ellos y haber faltado a la palabra de no candidatearse a nivel nacional.
El tema es que las encuestas lo ubican como el dirigente mejor visto en la Provincia de Buenos Aires, Capital Federal y ha crecido en el interior del país entre los dirigentes filo peronistas.
En el encuentro, además, De Narváez ratificó que peleará por su lugar en la fórmula presidencial o provincial “dentro de la interna del Partido Justicialista”, pero inmediatamente puso en tela de juicio que esa situación se de porque Kirchner no aplicará la ley.