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Dos intendentes rechazan los bingos de Scioli

Los jefes comunales le volvieron a decir que "no" al Gobernador. Ahora, las salas de juego y el lobby de los empresarios lúdicos lo enfrentan con los capos del territorio bonaerense. La zona sur, el objetivo de las tragamonedas. Críticas, entretelones y dinero de por medio en un año electoral.
Miércoles, 28 de enero de 2009 a las 14:15
Por Nicolás Otero
La intención del gobernador Daniel Scioli de instalar salas de juegos en distritos de la zona sur –donde no hay- ya fue advertida por los propios intendentes en sus círculos más íntimos. Dos jefes comunales pusieron el grito en el cielo ante la publicación de 24CON, en donde se anticipó la posibilidad de que los bingos de Cristóbal López arriben en la región más vulnerable del Conurbano. Pero el empresario patagónico no es el único. En la pelea por las salas de juego entraría Alejandro Gravier, marido de Valeria Mazza.

Fernando Gray.

Desde Esteban Echeverría, el intendente Fernando Gray se habría pronunciado en contra de cualquier tipo de juego en su distrito porque “devastaría con la población, donde más del 50 por ciento está en condiciones de riesgo”. De los 350 mil habitantes, 200 mil son pobres. Hay 22 asentamientos y una cantidad de tierras sin habitar que provocan la instalación de villas de emergencia por doquier. Bajo ese marco, el gobierno provincial tendría pensando llevar salas de entretenimiento a una de las zonas con más bolsones de pobreza del territorio bonaerense.

En la provincia de Buenos Aires existen 46 salas de juegos controlada por un minúsculo grupo de empresarios. La firma Codere administra un tercio de los bingos bonaerenses. Su licencia para la explotación lúdica caducará en junio próximo, al acceder a una segunda prórroga en diciembre de 2008.

 

Daniel Di Sabatino.

Por su parte, el mandatario municipal de San Vicente, Daniel Di

Sabatino, también “se alertó al enterarse por una nota que publicaron sobre la instalación de bingos en esta zona”, confiaron desde la Secretaría Privada a 24CON. Además, una alta fuente del gobierno comunal, advirtió que “es un negocio mortal: son 100 fuentes de trabajo pero arruinan a 400”. Ese concepto es el que se maneja por estos días en cada intendencia que rechaza por completo la instalación de “los bingos de Cristóbal López”.

Alejandro Gravier.
Pero no sólo el empresario con llegada a Néstor Kirchner pretende instalarse en la provincia de Buenos Aires. El esposo de Valeria Mazza, Alejandro Gravier, tendría la intención de aumentar su poderío en el negocio lúdico. A pesar de regentear el Bingo de Pilar, ahora pelea el control de las posibles 10 salas que se instalarían en el Conurbano. La mayoría de ellas se emplazarían en la zona sur.

Ahora, las próximas novedades saldrán a la luz a mediados de febrero cuando la legislatura provincial comience su actividad y el Gobernador envíe la orden de acelerar los pasos burocráticos que la administración pública tiene. Mientras tanto, la oposición sale al cruce secundado el reclamo de la Iglesia, en medio de la campaña electoral para las legislativas de octubre.