Como era previsible, el Partido Judicial, en otra muestra de su total connivencia con el actual gobierno autoproclamado “republicano”, cuyo ejercicio de la presidencia lo desarrolla a puro Decreto de Necesidad y Urgencia, (autoasumiéndose la sumatoria del poder público en una clara violación a los principios constitucionales y democráticos), decidió sobreseer a Mauricio Macri –que se había convertido en el primer presidente de la historia argentina que asumió su cargo estando procesado por una causa sobre escuchas ilegales-, poniendo fin a una trama jurídica relacionada con el espionaje, que comenzó en el mes de mayo de 2010, cuando el hijo del empresario Franco Macri era jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y el juez Norberto Oyarbide decidió iniciarle un proceso por los delitos de violación de secretos, abuso de autoridad, falsificación de documentos públicos en concurso con la participación en una asociación ilícita y escuchas ilegales.
En este sentido, en la causa por espionaje ilegal, Oyarbide le imputó a Macri la responsabilidad en la escucha que tuvo como víctima a su cuñado, Néstor Daniel Leonardo, al referente de la agrupación de familiares de víctimas del atentado a la AMIA, “18J”, Sergio Burstein, y a otros. La imputación que en su momento había recibido Macri por falsificación de documentos públicos, hacía referencia a que se armó una causa falsa contra su cuñado, Leonardo, en Misiones para justificar la escucha telefónica ilegal.
El procesamiento a Macri se desarrolló durante estos cinco años y medio sin mediar prisión preventiva, pero con un embargo que al inicio de su causa ascendió a 250.000 pesos. Además, Oyarbide, por entonces también procesó a los dos jueces de Misiones, José Luis Rey y Horacio Gallardo, por los mismos delitos, y también acusó al ex jefe de operaciones de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA), Jorge “Fino” Palacios, íntimo amigo de Mauricio Macri, que en la actualidad es el principal asesor de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y que se encuentra implicado ante la justicia por encubrir la pista siria en la causa AMIA, y por la brutal represión del 20 de diciembre de 2001, que finalizó con un enlutante saldo de 32 argentinos asesinados por la PFA, quien en el marco del proceso que tuvo como protagonista a Macri, fue acusado por espionaje tanto a Leonardo y Burstein, como en otros cinco casos más.
Además, otro de los implicados como encubridor que tuvo esta trama de espionajes llevadas a cabo desde el Ejecutivo porteño, fue el entonces ministro de Educación de la Ciudad, Mariano Narodowski, quien en su momento firmó el contrato al ex policía federal y agente de inteligencia, Gerardo Ciro James como asesor de la cartera educativa porteña (quien en 2010 cobraba $6000), sin que el espía hiciera trabajo alguno.
El desarrollo del procesamiento de Mauricio Macri, se caracterizó por una serie de presentaciones judiciales por parte de los abogados del actual presidente, para lograr el sobreseimiento en esta causa. Previo a esta esperada decisión adoptada por el Partido Judicial, durante el pasado mes de julio de este año, la Sala I de la Cámara Federal en lo Criminal y Correccional porteña había rechazado el anteúltimo pedido de sobreseimiento de Mauricio Macri, en el marco de la causa que se le sigue por escuchas ilegales, aquella decisión había sido tomada por los camaristas Eduardo Freiler y Jorge Ballestero.
En las últimas semanas, Jorge Di Lello, hijo de un militar que participó en el golpe de Estado que destituyó al gobierno democrático de Juan Domingo Perón en 1955, que inició su carrera como fiscal adjunto durante el primer gobierno de Carlos Menem, en el año 1992 de la mano de los hermanos Corach, y quien tomó la extraña y poco transparente para nuestra democracia, determinación de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, finalizara su cargo el 9 de diciembre a las 24hs; pidió el sobreseimiento de Macri en esta causa por espionaje ilegal, tras su victoria en las elecciones del 22 de noviembre pasado.
Finalmente, y como francamente era de esperar a causa del blindaje que el actual gobierno neoliberal, goza por ahora, tanto del Poder Judicial, como de los medios masivos de comunicación, el juez federal Sebastián Casanello, quien asumió el año pasado como titular del juzgado N° 7, anulando el cierre de la investigación en esta causa, decidió sobreseer al actual presidente Mauricio Macri en la causa por, las ahora presuntas, escuchas ilegales.
La impunidad cierra otro capitulo de guantes blancos, y a tan solo 24 horas finalizado el “Día de los Santos Inocentes”.