El jefe de la Policía Científica de San Isidro, Marcelino Cottier, reconstruyó el hecho y hoy declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores. Según fuentes judiciales, el investigados manifestó que del análisis del auto de la víctima y del lugar del hecho, se desprendía que Ponce de León había cedido la conducción de su Peugeot 206 y desde esa posición, fue agredido por quien conducía su coche. Para el experto, el acusado primero golpeó al joven dentro del vehículo, luego intentó estrangularlo con un lazo y después lo sacó del auto.
Una vez fuera del vehículo, Mauricio habría sido golpeado en la cabeza con su bastón canadiense que utilizaba para caminar, ya que tenía una pierna amputada. El hallazgo de sangre debajo del paragolpe y el chasis, arrojó que el asesino le pasó por arriba a Ponce de León con su propio auto. Según Cottier, aún seguía con vida. Luego, la víctima fue arrastrada hacia unos arbustos y recibió 33 puñaladas.
Además, la genetista Ana María Lojo, jefa del laboratorio de ADN de la Asesoría Pericial La Plata, declaró que el patrón genético de todas las muestras de sangre y cabellos encontradas en el bastón coincidieron con las del joven asesinado.
Matías Bustingorry, Pablo Brandoni y Néstor Torrado, todos de Chascomús y conocidos de la víctima y de Urquiaga quedaron detenidos como sospechosos en la causa pero luego fueron excarcelados por la jueza de Garantías de Dolores, Laura Elías.
El fallo que sobreseyó a los sospechosos está apelado por la querella. José Luis Ochoa, abogado de la familia de la víctima sostuvo que el móvil del crimen pudo haber sido un secuestro planificado porque la víctima había cobrado hacía poco un millón y medio de pesos como indemnización por un accidente ferroviario sufrido cuando tenía 11 años.
Fuente: Télam